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Publicidad en órbita

El mundo de la publicidad ha visto grandes avances en los últimos años. Las redes sociales, las vallas comestibles y hasta la alucinante valla robótica de Time Square, pero nadie se le hubiera imaginado que la publicidad pudiese hacerse un lugar en el cielo. Esta loca idea, nada novedosa, podría hacerse realidad si la gente de Possible Moscú consigue anunciantes para su proyecto Start Rock. 

Vlad Sitnikov es un creativo ruso tiene un plan: poner publicidad en el cielo. El CCO de Possible Moscú quiere enviar vallas publicitarias a la órbita de la Tierra para que sean vistas en distintas partes del mundo.

Start Rock es una idea que suena muy loca pero si consigue anunciantes podría convertirse en realidad para 2020, no sin antes enfrentarse a toda una discusión sobre las implicaciones éticas y legales del uso del espacio el cual no es propiedad de nadie, o más bien, es propiedad de todos los que vivimos en el planeta.

Una idea nada nueva

La publicidad en órbita o espacial es el uso de publicidad en el espacio exterior o relacionada con el vuelo espacial. Esta estrategia que ahora Possible Moscú retoma ya ha tratado der implementada en el pasado.

En 1993, Space Marketing Inc. tuvo la idea de poner en órbita baja una valla iluminada de 1 kilómetro de longitud, para que fuera vista desde La Tierra. El anuncio osaría tener aproximadamente el mismo tamaño y brillo que La Luna y se haría a partir de láminas de mylar. Desafortunadamente (o más bien por fortuna) el proyecto no atrajo los fondos requeridos y la idea se quedó literalmente en el aire.

Sin embargo, los intentos de la publicidad pro llegar al espacio no cesaron. En 1997, la marca Israelí de leche Tnuva  filmó un comercial a bordo de la estación espacial Mir, convirtiéndose en la primera en hacer un spot de este tipo.

Marcas en el espacio

Otra marca en llevar su logo a la estratosfera fue Pizza Hut. En 2001 fueron los primeros en entregar pizzas al espacio. Claro la entrega, a la Estación Espacial Internacional tuvo que hacerse sellada al vacío. Esto ocurrió luego de que colocaran su logotipo (9 m) en el lado del cohete no tripulado Proton que lanzó el módulo Zvezda.

El pasado 6 de febrero, Tesla entró en el pequeño grupo de marcas en el espacio, gracias al primer intento de lanzar un cohete Falcon Heavy de SpaceX. Como parte de esta prueba, se necesitaba una carga ficticia y Elon Musk, CEO de Tesla, puso a disposición su descapotable rojo para tal fin. Después de la inserción exitosa en órbita, el Roadster de Musk, que tenía un maniquí ataviado con traje espacial, fue expulsado exitosamente. El evento fue criticado por algunos como nada más que un "comercial de automóviles" para Tesla, fue también celebrado por otros como "el mejor anuncio de carros del mundo" y "uno de los mejores trucos de marketing".

Así pues, al parecer el espacio es la nueva frontera a explorar por los creativos publicitarios quienes deberán primero hacerse de los materiales que, cumplan su función y a la vez no contaminen también ese bellísimo espectáculo del que todos disfrutamos al atardecer.

Crítica y legislación

Los detractores de esta iniciativa no tardaron en llegar y tras ellos, una legislación que regula la publicidad en el cielo.

La historia va así. En 1993, al darse a conocer el proyecto Space Billboard, el congresista norteamericano Ed Markey presentó un proyecto de ley que prohibía toda publicidad de estados Unidos en el espacio. El proyecto que luego fue enmendado, prohibió la publicidad molesta pero permitió acuerdos de patrocinio con colocación de logos en cohetes y vestimenta de astronautas. La ley que entró en vigencia en 2005, es vigilada de cerca por Administración Federal de Aviación.Los rusos en este sentido han dio más pragmáticos y en todas sus misiones han aceptado patrocinios de diversas índoles.

Pero antes de que se introdujera la legislación, hubo una protesta pública por los informes de planes de publicidad espacial. Los problemas causados ​​a la astronomía debido a la contaminación lumínica , la visión obstruida y el ruido de la radio fueron citados rápidamente. La imposibilidad de evitar fácilmente los anuncios fue otra gran preocupación. Los opositores a la publicidad espacial alegan que todas las demás formas de publicidad pueden desactivarse o eliminarse con facilidad, esta no. Eso sin contar que, dado que estas gigantescas vallas publicitarias serían visibles a grandes distancias, también sería imposible hacerlas visibles solo para un país.

¿Se imagina una valla de comida con una de una de esas advertencias de “promoción/producto disponible solo en Estado Unidos”?  No. Demasiada injusticia.


PUBLICADO: 16 de abril de 2018