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Santa Teresa y sus nuevas botellas

Las botellas ahora son idénticas por economía de escala. La diferencia visible está en la cubierta del pico: 1976 tiene un elegante lacrado con lágrima y el Gran Reserva una capucha de plástico con el monograma de la compañía

Hoy se presenta en Venezuela el nuevo empaque de 1796, ron Premium de la empresa de la familia Vollmer. Es el mismo que se viene usando para exportar. Y también Gran Reserva adopta ese frasco.

Miguel Rodolfo Blanco

Esta tarde/noche a las 6.30 pm en el Teatro Chacao, Hacienda Santa Teresa presentará a la prensa la “nueva” botella del ron 1796, su producto estrella. Las comillas se deben a que este empaque es nuevo sólo para Venezuela: se utiliza desde 2016 para exportar a Estados Unidos y entró también en Europa. Dicen que está en más de 70 países. En los de habla inglesa la etiqueta dice “solera rum” en vez de “ron de solera”.

El socio para exportación es nada menos que Bacardí Limited (4500 millones de dólares de facturación al año) famosa ronera fundada en Cuba en 1862 por un inmigrante catalán, a cuyos descendientes la revolución castrista le robó sus instalaciones, pero no pudo quedarse con la marca. Bacardí distribuye en el mundo a Santa Teresa. Una botella de 1796 en España cuesta entre 35 y 40 euros; en Francia más de 60 (los impuestos son más altos). En Venezuela hay aun botellas de la edición vieja por unos 150 mil bolívares. La nueva está sobre 180 mil. El ron es el mismo. 

La nueva presentación de 1796 viene con su clásica caja cilíndrica, con leves cambios. La botella es importada y su distintivo particular es que en la base muestra la cruz que distingue a la Hacienda Santa Teresa, derivada del famoso cruce de caminos que forman los chaguaramos en el corazón de la finca, visible desde la autopista a la altura de El Consejo, Aragua.

El cuerpo de la botella de 1796 también se modificó, para aproximar su diseño a lo que fue el famoso “pecho cuadrado” que distinguió por años al Gran Reserva. En verdad las nuevas botellas de ambos rones se han unificado, estilizando mucho aquel formato recio, que incluso originó la recordada campaña publicitaria “saca el pecho”. Las botellas ahora son idénticas por economía de escala. La diferencia visible está en la cubierta del pico: 1976 tiene un elegante lacrado con lágrima y el Gran Reserva una capucha de plástico con el monograma de la compañía (ST).

La otra diferencia es la etiqueta: sus diseñadores imaginaron distinguir los años de añejamiento en la extensión de la línea del monograma que arranca en la inicial “T” de la palabra Teresa y culmina en la rosa de los vientos, otro distintivo de la Hacienda. Así Gran Reserva no tiene línea; y la de Linaje es corta comparada con la de 1796. Son los 3 productos que se manejan ahora ¿Y Selecto? Bien gracias. Dicen las malas lenguas que no volverá a embotellarse. Quizá esta noche PRODUCTO sepa algo más. 


PUBLICADO: 12 de junio de 2019