Youtube

Una luz en la oscuridad

Para el gerente general de Distribuidora de Productos Prolight, C.A., Ramón Tancredi, el mercado de iluminación en Venezuela es muy noble y aún tiene espacio para crecer.

Hasta hace unos cinco años existían cerca de 10 mil fábricas de bombillos del tipo Ahorro de Energía en todo el mundo, y unas 250 de lámparas LED (Light Emitting Diode). Ahora las cifras se han invertido drásticamente. El dato lo suministró Ramón Tancredi, gerente general de Distribuidora de Productos Prolight, C.A. quien explicó a PRODUCTO que entre las razones principales de este cambio, está el hecho de que “los costos de producción del LED han bajado entre 75% y 80% en los últimos años, además de que se trata de una tecnología mucho más eficiente y ecológica”, asegura.

Un buen ejemplo de ello lo encontramos en la iluminación pública de ciudades como Buenos Aires, que es 100% LED, lo que ha permitido a los porteños ahorrar 85.000 MW al año, equivalentes al uso de energía de 25.300 hogares, con una reducción anual de 44.000 toneladas de CO2.

Ramón Tancredi, gerente general de Distribuidora de Productos Prolight, C.A.En el caso de Venezuela, si bien la inclusión del LED en el segmento del Mercado Doméstico ha venido ganando terreno, la categoría “Ahorro de energía sigue siendo el que más se vende, con el 50%”, afirma Tancredi al referirse a su marca Prolight. “Después le sigue en ventas el LED con 30%; alógeno 10% y el resto otro 10 por ciento”.

En cuanto a los incandescentes, vale la pena recordar que en 2014 una resolución conjunta de los ministerios de Energía Eléctrica, para el Comercio y las Industrias, prohibió  la producción, importación, distribución y comercialización de este tipo de lámparas o bombillos incandescentes de tipo convencional, aquellos con una tensión de alimentación superior a 100V cuya potencia eléctrica sea mayor a 25W. (Más información en www.producto.com.ve/pro/palestra/punto-luz-velas).

Sin embargo, hoy por hoy hay quienes siguen importando estos productos y entran al país con el visto bueno de las aduanas.

De acuerdo con los especialistas, la tecnología LED permite que el consumo de energía sea 90% menor que los bombillos incandescentes, 81% más baja que las halógenas y 46% menos que las fluorescentes de bajo consumo. Por otra parte, explica Tancredi, que es una tecnología más amigable con el ambiente, pues no genera calor, no utiliza compuestos tóxicos como el mercurio, produce una luz más brillante y las lámparas pueden durar más de diez años.

Asegura Tancredi que en lo que respecta a bombillos y lámparas LED, Prolight es la marca que más variedad de productos ofrece en el mercado nacional. “Independientemente de que General Electric y Phillips siguen siendo firmas importantes, nosotros también lo somos en términos de diversidad de productos: tenemos más de 300”. Explica el gerente que estas grandes marcas ya se han ido del país y tienen una escasa presencia a través de importadores y distribuidores. “En estos momentos hay muchas marcas en el país, pero somos líderes en el mercado de LED. Yo diría que entre las marcas no tradicionales nosotros debemos tener cerca del 10% del mercado”. Prolight vende a los grandes mayoristas. “En el interior del país tenemos más del 70% del mercado, sobre todo en oriente y occidente. Manejamos también más de 70 condominios con planes de financiamiento”, comenta Tancredi.

La luz del final

Prolight inició operaciones representando marcas americanas a principios de los ‘90. Más tarde se entendió que el verdadero negocio estaba en la fabricación y en tener una  marca propia, por lo que Tancredi y su equipo apostaron a producir bajo el sistema OEM (Original Equipment Manufacturer), es decir: fabricar a través de terceros. Es así como, desde 1995, la marca comienza a producirse en fábricas europeas y asiáticas, inicialmente en la antigua Checoslovaquia y luego en Shanghái. “Para ese momento las marcas que estaban en Venezuela eran General Electric y Phillips, Silvania y Duralux, que producían algunas cosas en el país, y otras las compraban en Estados Unidos”, recuerda Tancredi.

En cuanto a los segmentos de mercado, explica  que el Industrial está comenzando a tomar vuelo, pero en este momento el Doméstico es el que lidera. “El mayor freno para el desarrollo de LED en el área industrial  hasta ahora es intensidad de su luz, ya que ha sido difícil producir faros de alto poder. Aún así, tenemos un bombillo industrial que se está vendiendo muy bien y está siendo preferido antes que los bombillos industriales tradicionales.

Para Tancredi el del bombillo es un buen negocio. “Por alguna razón este mercado ha sido muy noble, sobre todo porque, lo quieran o no, la gente ha tenido que ocuparse de la economía de la casa y el bombillo se ha convertido en un comoditie. Cuando el dólar empieza a subir, la gente busca el producto como medio de inversión, por eso ves bombillos hasta en los kioscos”. Y cierra optimista: “Creo que hay espacio para crecer. Ya estamos trayendo las lámparas para intemperie, las decorativas y anti polvo, además vamos a reforzar nuestra línea industrial. Nuestro pico de ventas está entre septiembre y octubre”.


PUBLICADO: 25 de julio de 2019