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El Gabo dejó huella en Venezuela

La salud del Premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez se deterioró exponencialmente hace apenas una semana. El cáncer avanzado que afectó sus órganos, y sus 87 años, aceleraron la partida este Jueves Santo, 17 de abril. 

En su dilatada existencia, el Gabo recorrió el mundo y tuvo el privilegio de viajar, conocer, y vivir en varios sitios. Uno de ellos fue Venezuela, desde 1958 hasta 1961.

Ya era destacado reportero del diario colombiano El Espectador, en 1954, cuando comenzó a colaborar en periódicos de España, Estados Unidos, México y Venezuela. Esa tarea lo llevó por primera vez a Europa en 1955, donde escribió para El Espectador la enfermedad del Papa Pío XII. En el viejo continente se quedó, y pasó necesidades hasta que decidió regresar a América, a finales de 1957, específicamente a Venezuela, donde fue testigo de los últimos días de la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez. Aquí trabajó como periodista en la revistas Momento, Elite y Venezuela Gráfica.

Apenas llegó a este país, el Gabo, junto con Plinio Apuleyo Mendoza, visitaron el palacio de Miraflores. Una vez allí, un viejo mayordomo los llevó a la habitación donde solía dormir Juan Vicente Gómez - no en cama sino en chinchorro- acompañado por sus gallos de pelea. Fue el germen de "El otoño del Patriarca".

En marzo de 1958 viajó a Barranquilla para contraer matrimonio con Mercedes Barcha, unión de la que nacieron dos hijos: Rodrigo (1959), y Gonzalo (1962). Al poco tiempo de su matrimonio, volvió a la pequeña Venecia. Tuvo que dejar su cargo en Momento, a raíz de la línea editorial de la publicación sobre la visita de Richard Nixon a Venezuela. En esa ocasión Nixon sufrió un altercado que paradójicamente lo benefició publicitariamente. Estando en estas tierras, su carro oficial fue zarandeado y golpeado por la multitud como muestra hostil de gran parte de la población venezolana que culpaba a las petroleras norteamericanas y al intervencionismo de EE.UU de la corrupción y la miseria que reinaban en el país, a pesar de ser uno de los grandes productores mundiales de petróleo. El incidente hizo aparecer de nuevo a Nixon como un gran embajador de EE.UU en el mundo, que incluso recibía maltrato físico en nombre de su nación.

Para el escritor argentino Tomás Eloy Martínez el trabajo de García Márquez en la revista Momento, dio inicio a un "nuevo periodismo" literario en América Latina.

García Márquez asumió luego un extenuante trabajo en Venezuela Gráfica, sin dejar de colaborar ocasionalmente en Élite. En 1955, la Cadena Capriles había adquirido el diario La Esfera y las revistas Venezuela Gráfica, Páginas y Élite, ésta última una de las más antiguas de ese país para la época, ya que se publicaba desde 1925.

Sobre la dictadura perezjimenista, el Gabo editó varios artículos, luego de la fuga del dictador el 21 de enero de 1958.

Inventor y exagerado

Jaime Abello Banfi, director General y cofundador de la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) afirmó que, en su contacto con el Gabo y con escritores como Tomás Eloy Martínez y Ryszard Kapuscinski, ellos admitieron haber inventado ocasionalmente en sus reportajes.

"Hay que decirlo, los grandes cronistas inventan un poquito". Lo hacen de una manera dosificada, de manera que los lectores "no se den cuenta".

Abello Banfi reconoció que el terreno entre la ficción y la no ficción es un campo movedizo, cuya inestabilidad ha aumentado aún más con las nuevas tecnologías, como internet. Y contó un ejemplo de invención en el periodismo de García Márquez, justamente en su reportaje "Caracas sin agua".

"Este texto de 1958 cuenta la historia de un ingeniero alemán llamado Samuel Burkart, quien está en la capital de Venezuela durante una crisis de escasez de agua. En el reportaje, García Márquez narra cómo Burkart, ante la falta de agua tiene que rasurarse con jugo de duraznos. El ingeniero alemán nunca existió y cuando García Márquez describió la vida de Burkart en Caracas, más bien, estaba contando sus propias experiencias", concluyó.

TS


PUBLICADO: 18 de abril de 2014