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Cuando la crisis toca el negocio licorero

Cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) del cierre de 2014 muestran a Venezuela en el tercer lugar entre los países  con mayor consumo de alcohol en América Latina. Esta realidad en los hábitos de consumo del venezolano se tradujo a lo largo de los años en un floreciente mercado licorero que hoy, aunque parezca difícil de creer, corre el riesgo de experimentar una paralización.

Las licorerías no venden, señala Fray Roa, director de la Federación Venezolana de Licoreros y Afines, quien desde hace semanas viene alertando sobre distintos factores que afectan al sector, como el ajuste de impuestos a las bebidas alcohólicas y las restricciones de horarios para trabajar.

En paralelo la directora ejecutiva de la Cámara Venezolana de Fabricantes de Cerveza (Caveface), Omaira Sayago, viene alertando sobre la crítica situación de la industria productora de cerveza y malta, que dispone de inventarios para operar hasta inicios de agosto.

Adicionalmente, Cervecería Polar enfrenta presiones por parte de uno de sus sindicatos que ha comprometido la operatividad en algunas de sus plantas.

Solamente en el caso del sector productor de cerveza y malta el volumen del negocio que está en crisis es de singular importancia, pues opera 8 plantas industriales en Venezuela, 171 centros de distribución, aporta más de 3% del total de la recaudación de impuestos internos y genera 12.000 empleos directos y más de 100.000 indirectos.

Omaira Sayago ha explicado que debido a los retrasos acumulados desde finales del año pasado en la aprobación de Certificados de No Producción Nacional (CNPN) y en la liquidación de las divisas que requieren los proveedores internacionales (AAD y ALD) a la industria se le ha cerrado el crédito con sus suplidores. El Ejecutivo tiene una deuda con los proveedores internacionales del sector, por concepto de liquidación de divisas, de 217 millones de dólares.

Roa, por su parte, sostiene que 60 mil empleos corren peligro por la crisis de las licorerías, pues en el último año las ventas del sector han caído en cerca de 50%. El ajuste del los impuestos a los licores más el  IVA ha hecho que estos productos experimenten alzas superiores a 300%, lo que hace imposible su compra dado el deterioro en la capacidad de compra de los venezolanos.

Aunque las autoridades no suministran cifras oficiales sobre la inflación, diversos analistas coinciden en que rondará la tasa de 150% al cierre de 2015, mientras que la firma Econométrica estima que el poder de compra del salario mínimo en la actualidad es similar a la del salario en diciembre de 1998.

La Federación de Licoreros contabiliza 15 mil establecimientos de venta de licores en el país.


PUBLICADO: 07 de julio de 2015