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Cuando las máquinas piensan

IBM anunció que invertirá US$1.000 millones en un nuevo grupo de negocios basado en Watson, una computadora capaz de aprender y pensar, que podría revolucionar el mundo de la computación. Este es sólo el último movimiento empresarial detrás de un nuevo concepto: la computación cognitiva.

Cuando en Febrero de 2011 Watson –desconectada del Internet–  jugó en TV y logró ganarle a los dos mejores jugadores de Jeopardy de toda la historia, se estaba marcando un hito en la industria tecnológica, que probablemente pocos comprendieron. Jeopardy, un juego de conocimiento, con complejas preguntas y pequeñas pistas, sirvió para probar a una máquina nombrada por el apellido del fundador de la empresa que la fabricó (IBM), Watson. Esta máquina había pasado casi cinco años aprendiendo –sí, aprendiendo, tal como lo leen–, leyendo libros y diccionarios, cargando contenidos desde bases de datos diversas e incluso cargando toda la wikipedia en inglés en su memoria.

Ya IBM había logrado la atención del público unos años antes con DeepBlue, la máquina que derrotó al campeón mundial de ajedrez Garry Kasparov.

Elemental, querido Watson. Wikipedia define a Watson como “...un sistema informático para búsqueda de respuestas (question answering en inglés), desarrollado por IBM. La corporación lo describe como <<una aplicación de tecnologías avanzadas diseñadas para el procesamiento de lenguajes naturales, la recuperación de información, la representación del conocimiento, el razonamiento automático y el aprendizaje automático al campo abierto de búsquedas de respuestas>> que es construido en la tecnología DeepQA de IBM para la generación de hipótesis, la recopilación de pruebas masivas, el análisis y la calificación”.

Jorge Mujica, gerente de Tecnología de IBM en Chile y experto en Watson, asegura que la idea de la computación cognitiva es simular, al menos parcialmente, la forma de funcionar del cerebro. En el cerebro cada neurona cuenta con capacidades de memoria y cómputo en un mismo lugar, algo que según Mujica se contrapone con el modelo clásico de la computación esbozado por von Neuman, donde la memoria reside en un lugar distinto del poder de cómputo. Esta simple diferencia, asegura el ejecutivo, es la causa del lento “razonar” de las computadoras cuando intentan emular el pensamiento humano, y del alto consumo energético de una computadora, al compararlo con un cerebro.

Watson es capaz de aprender y de correlacionar conceptos internamente para poder responder a las preguntas que se le hagan, y esa es una diferencia enorme al compararse con otros sistemas. Se trata de una evolución del concepto de inteligencia artificial. Mujica señala que esto se puede observar si se mira la historia del entrenamiento de Watson, que fue “instruido” con múltiples informaciones generales, incluyendo hasta canciones. Durante una pregunta de evaluación, al hacer una referencia a la popular pieza del grupo Queen, Rapsodia Bohemia, el computador arrojó una respuesta inesperada por el grupo que la estaba entrenando. Watson dijo “me niego a responder porque esto se refiere a un asesinato”. Efectivamente la canción hace referencia a un condenado a muerte por haber cometido asesinato. Y Watson dedujo que esto no era bueno.

Pero... ¿para qué sirve Watson? Las primeras aplicaciones de Watson, más allá del Jeopardy, se han hecho en el área de la medicina, concretamente en el diagnóstico de cáncer. El Memorial Sloan-Kettering Cancer Center de Nueva York ha trabajado con IBM cargando información en Watson, que ha sido usada por los doctores como una segunda opinión. Según IBM, el resultado ha sido más acertado que el ofrecido por los propios médicos de carne y hueso. IBM calcula que, sólo para mantenerse al día con todos los avances, un galeno necesitaría leer unas 160 horas a la semana, por lo que generalmente hace diagnósticos con un 20% de la información disponible.

Watson además puede ser llevado a la nube, lo que implica que el servicio puede ofrecerse a otros centros de salud en todo el mundo, por un precio módico.

Mujica asegura que además del campo médico, Watson es ideal para una serie de áreas, muchas de las cuáles se están desarrollando ahora. Watson relaciona conceptos y genera una serie de respuestas, organizadas según la probabilidad que tienen de ser las más adecuadas, y por eso suele usarse como apoyo de seres humanos que al final son los responsables de tomar las decisiones. Proyectos relacionados por ejemplo con análisis social –sobre redes sociales– o con mesas de ayuda –helpdesk– e incluso en temas relacionados con turismo, migración de turistas y escogencia de destinos, están entre los principales mercados.

En la región, IBM está trabajando para ver si algunas universidades y grandes centros de salud pueden aprovecharse del conocimiento acumulado en Watson para el diagnóstico del cáncer gástrico.

En Chile, Mujica y su grupo trabajan además en analizadores semánticos para entender como varía el significado en los diferentes países de la región, para después proceder a extraer conceptos y sentimientos desde redes sociales, textos y otros.

AL


PUBLICADO: 14 de abril de 2014