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Ingenio y nuevos Negocios

En este siglo de avances tecnológicos y crecimientos trepidantes es fácil caer en la desilusión.Un profesional que quiera desligarse de los horarios de oficina y fundar su propio negocio puede detenerse ante esta pregunta: ¿Qué puedo hacer en una sociedad en la que parece que todo está inventado? Pero, en realidad, las oportunidades existen. Mientras haya necesidades y preocupaciones humanas –dicen los expertos– la innovación mantendrá sus conquistas.

Jonathan Moreno, docente del área de emprendimiento de la Universidad Metropolitana, señala que los emprendedores tienen posibilidades infinitas si saben mirar su entorno. “No todo está inventado o, al menos, no todo lo que se ha creado hasta ahora ha resuelto de forma satisfactoria las demandas de la sociedad. Allí están las brechas para los negocios que pretendan innovar, las que deben ser atendidas por los líderes. La química del emprendimiento se basa en eso, en detectar lo que puede hacer la diferencia y en ser cónsono con un principio clave: calidad de vida para todos”, explica.

El especialista en negocios incipientes –quien creó su propia empresa: un catálogo de productos y servicios para favorecer la sexualidad– señala que existen insatisfacciones en la sociedad que se pueden cubrir.  Se trata, dice, de las anomalías que definió el pensador y emprendedor chileno Fernando Flores. En su ponencia “El espíritu emprendedor”, que dictó en 1994, este ex senador y fundador de una empresa para diseñar nuevas herramientas de software señala que el ser humano siempre está preocupado por resolver sus urgencias y que, en ese entorno, surgen ideas exitosas.

“La innovación consiste en mirar las posibilidades y preocupaciones, y traer un producto o servicio que se haga cargo”, indica el documento. Para lograrlo, los nuevos empresarios deben saber escuchar y atender de forma creativa esas necesidades que grita la sociedad. La otra posibilidad, señala, es adelantarse a las angustias futuras y encontrar un nicho que otros no ven. Hay que estar atento a los cambios del mundo, dice, para hallar un lugar propio.

Flores menciona en su texto un ejemplo: la marca chilena Calzados Dolphito. Se trata de zapatos para niños con perfume, que evita el mal olor después del uso. El experto indica que no fue una invención del más allá o un producto absolutamente nuevo, sino el desarrollo de un estilo de vida para atender las preocupaciones de la gente.

Caso criollo. En Venezuela también hay terrenos de cultivo para la innovación. El Concurso Ideas, que se realiza desde hace 11 años, premia los proyectos de emprendimiento creativo. Los ganadores del año pasado, por ejemplo, fueron los inventores de las láminas biofotónicas con tecnología APSE. Se trata de dispositivos que se cargan con luz y que sirven para mejorar la conservación de alimentos y la calidad del agua.  También obtuvieron galardones otras propuestas más sencillas: un servicio automatizado para medir el impacto de proyectos de responsabilidad social y, entre otros, las harinas orgánicas para intolerantes al gluten.

La idea pesimista de que hay poco que hacer en un mundo tan desarrollado parece desmoronarse. Este año el Concurso Ideas, organizado por Fundación Ideas y el Banco Mercantil, recibió 1.523 propuestas, y de ese total 700 completaron los resúmenes ejecutivos para participar. Ahora, el jurado deberá seleccionar 60 iniciativas –50 de negocios y 10 de emprendimiento social– que pasarán a la siguiente fase.

Más allá del concurso, Venezuela es un país de gente emprendedora e innovadora. Un informe elaborado por el Monitor Global de Emprendimiento y el Instituto de Estudios Superiores de Administración  (IESA) señala que si bien la actividad de nuevas empresas ha disminuido desde el 2003, aún se mantiene el movimiento. Para el estudio, 3,23 millones de personas estaban involucradas en el difícil arte de los nuevos negocios.

Las estrategias. Además de la semilla creativa, los nuevos emprendedores deben considerar las características de los negocios de este siglo. Moreno explica que las empresas de ahora son de tercera generación. “Se desarrollan en un medio físico, se promueven a través del mundo virtual, y procuran cautivar emocionalmente a su público a partir de fórmulas ganar-ganar”.

En este sentido, indica, un rasgo fundamental es el uso de las tecnologías, no sólo para la publicidad sino también para la creación de vínculos con el entorno.

Ahora, ¿qué hacer en la práctica para echar a andar un negocio innovador? Moreno indica que implementar una idea novedosa no es fácil y que, por eso, lo fundamental es la dedicación: que el proyecto genere un sentido de compromiso y entrega para poder sortear todas las dificultades.

También, señala, es fundamental hacer un análisis previo en el que se exploren tres asuntos: si de verdad lo que se pretende desarrollar agregará valor; si se cuenta con los recursos o los caminos para obtenerlos, y si se dispone del talento humano. “La sola ausencia o imprecisión en alguna de estas cosas pondrá en entredicho la posibilidad de incursionar con éxito en este mundo competitivo”, indica Moreno.

El especialista agrega que hay que encontrar otras visiones de las cosas. Es decir, comprobar que la idea innovadora realmente calará, que a alguien le interesará el producto o el servicio. “Si sólo nos contentamos con nuestro modo de ver, puede que estemos obviando ciertas claves para una aceptación real en el mercado”, dice. 

Se podría suponer que una persona ya encontró su proyecto innovador y logró instalarlo. La siguiente preocupación es mantenerlo en el tiempo. El mismo estudio del Monitor Global de Emprendimiento, indica que del total de 3,23 millones de emprendedores venezolanos, sólo 1,12 millones lograban establecer con base firme su empresa. Eso significa, señala el estudio, que las dificultades pueden ahogar un negocio recién nacido.

Moreno dice que no hay recetas. Se pueden tomar muchos caminos para mantener con vida una empresa nueva; todo depende del tipo de negocio y de las circunstancias. Los errores son inevitables, aunque se puede tratar de reducir las fallas más costosas. Si algo no sale bien, agrega, siempre hay otras maneras de ensayar: “Quizás se haya descubierto una forma en la que no es posible el éxito, pero hay muchas más”.

Por: Ariana Guevara Gómez


PUBLICADO: 13 de diciembre de 2013