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Teletrabajo o el inicio de la cuarta ola

De las crisis nacen oportunidades, y aunque este dicho suena trillado, no deja de tener razón. Durante el caos social y político vivido en Venezuela durante el 2017, surgieron varios nuevos emprendimientos y otros se consolidaron. Este fue el caso de Profesionalvirtual.net, una empresa de capacitación de teletrabajadores que quiere enseñarles a los asistentes virtuales a estructurar su trabajo y mejorar sus ganancias. Su CEO Desiree Izaguirre conversó con PRODUCTO sobre la rentabilidad de un negocio que crece firmemente y que ya cuenta con 300 personas capacitadas y un 50% de emprendimientos consolidados.

María  Alejandra Almenar /@Mariale_Almenar

Cuando Alvin Toffler teorizó sobre la estructura del trabajo en su libro “La tercera ola”, por allá en los 80, seguro nunca se imaginó, que la tecnología permitiría al ser humano volver a su casa para trabajar,  y hasta generar desde la paz de su sala o mesa de la cocina, negocios rentables. Y es que si bien, lo que sugiere el teletrabajo no es precisamente la vuelta a la Primera Ola, si pudiera ser el bosquejo de una Cuarta si se usase los parámetros del difunto escritor y futurista norteamericano.

En la era de la globalización, trabajar desde casa con clientes que viven en el otro lado del mundo no es ninguna novedad. No obstante, el concepto del teletrabajo aunque no está demasiado difundido, comienza a tomar fuerza en América Latina y ante las dificultades que representa para el común denominador de las personas, el trasladarse hasta un lugar de trabajo, el realizar labores profesionales de una forma remota pero eficiente y estructurada, surge como una buena solución.

Desiree Izaguirre habla con PRODUCTO de cómo su idea –centrada en el trabajo a distancia- y que fue tildada por muchos de “loca” o “poco rentable”, ha pasado de ser de un monoemprendimiento a una referencia en Hispanoamérica.

La evolución de un emprendimiento

Desiree Izaguirre se desempeñó como secretaria ejecutiva bilingüe durante más de 10 años en el sector bancario. Y aunque los beneficios no eran para nada despreciables, en 2011 sintió la necesidad de independizarse ya que por un lado obligaciones familiares le exigían más tiempo en casa y  por otro el otro le requerían mejores ingresos.

Así que, tras una intensa búsqueda y algunas ofertas engañosas, dio con su primera oportunidad de emprendimiento: desarrollarse como Asistente Virtual. Un año después asistía a la Cumbre de Asistentes Virtuales de la International Virtual Assistants Association (IVAA) en Memphis, Tennessee buscando aprender lo necesario para profesionalizarse y desde entonces no paró.

El desarrollo de su trabajo fue tan exitoso que llegó a ser nominada y nombrada en 2013 como Directora de Educación e la IVAA, lo que la convirtió en la primera latinoamericana en ostentar un cargo directivo en esta asociación.

Una vez terminado su período en 2014, como un salto natural de su trabajo, nace la propuesta de Profesionalvirtual.net, su siguiente emprendimiento dirigido a educar y apoyar a las personas que deseen incursionar en el mundo del teletrabajo. El crecimiento de esta idea ha sido bastante rápido consta de un equipo de 3 personas que han logrado posicionarse en el mercado, siendo una referencia en este campo en todos los países de habla hispana.

Anatomía del teletrabajo

En un mercado nuevo es fácil confundir definiciones. El teletrabajo consiste en que una persona pueda hacer un trabajo a distancia, de forma remota, con total manejo de su tiempo y de sus recursos, atiendiendo a sus clientes sin generar una relación de dependencia con total autonomía sobre sus ingresos y obligaciones.

Así pues, afirma Izaguirre, la misión de Profesionalvirtual.net es  “por un alado educar sobre lo que es y no el teletrabajo y  por otro capacitar a las personas que quieren incursionar en el teletrabajo de forma rentable, sostenible y escalable con un modelo de negocios exitoso y estructurado”.

Explica la creadora de Profesionalvirtual.net que aunque suena fácil, la realidad es que el teletrabajo solo puede ser realizado por personas que tengan competencias duras y blandas adquiridas gracias a su formación académica o la experiencia laboral. “Algunas de las competencias más importantes son: ser organizado, saber llevar y estructurar una agenda, ser resiliente,  saber gestionar correspondencia, ser proactivo, flexible, autónomo y con capacidad de servicio”.

Apostando a la educación

La CEO de Profesionalvirtual.net cuenta que su idea no siempre ha sido bien recibida. Como parte de su experiencia, refiere que en dos oportunidades, potenciales inversionistas le han pedido modificar su modelo de negocio a cambio de financiamiento por considerar que la educación no es rentable. Sin embargo, Izaguirre sigue fiel a su “loca idea original” de capacitar a los nuevos asistentes virtuales.

“Mi negocio consiste en ofrecer a los clientes una capacitación vivencial a lo largo de un programa de inmersión de seis semanas de duración con tres ediciones anuales. En el programa base, los interesados pueden aprender a desarrollar las competencias duras mínimas para desarrollarse en este campo, además de gestionar en paralelo su modelo de negocios, herramientas de mercadeo, conocer una estructura de tarifas adecuadas a sus servicios y el manejo de diferentes herramientas de software para hacer su trabajo con mayor calidad” –explica.

Por otro lado, como parte de su estrategia de marketing, también ofrecen en su página web, contenido gratuito para orientar tanto a los próximos asistentes virtuales como a sus posibles clientes sobre la forma de llevar esta novedosa relación laboral y una serie de eventos públicos también sin costo, en el que se desarrollan conversatorios, tertulias e intercambios entre emprendedores de este sector.

Un campo femenino

Algo interesante a destacar es que la industria del teletrabajo fue fundada por mujeres. Este campo laboral se abre como una respuesta a la necesidad de las féminas de expandirse profesionalmente sin descuidar sus labores domésticas. La posibilidad de trabajar desde casa en un horario flexible pero de una manera estructurada y profesional, ha seducido a muchas que -desde la época de los tardíos 80- han abierto esta opción de trabajo.

El mercado del teletrabajo y por ende el target al que se dirige Profesionalvirtual.net, es a mujeres mayores de 35 años, con experiencia laboral en otros campos que necesiten trabajar de forma remota. En este sentido, Desiree Izaguirre explica hay una diferencia en la forma de abordar el teletrabajo por hombres y mujeres.

“En mi experiencia las mujeres comienzan como asistentes virtuales para satisfacer su necesidad personal y van creciendo hasta que la cantidad de clientes, las lleva a pensar en desarrollar una micro empresa con otros teletrabajadores a su cargo. En el caso de los caballeros, cuando incursionan en el teletrabajo, lo hacen con la idea inicial de abrir un equipo o micro empresa desde un principio y dadas las características del negocio, el éxito de esta forma tarda un poco más en llegar”.

Alocada pero rentable

La experiencia de Izaguirre es un testimonio exitoso. “Ser un asistente virtual, requiere de una inversión mínima. Se necesita de un espacio cómodo para trabajar, una computadora y -por su puesto- buena conexión a internet. La mayor inversión está en el tiempo empleado para darse a conocer y ofrecer los servicios. Así el retorno de inversión puede ir de unos tres a seis meses y los números que manejo señalan que, una sola persona, puede atender perfectamente un máximo de 10 clientes”.

En cuanto a Profesionalvirtual.net, el retorno de inversión se dio en los primeros dos años, y además de las ganancias económicas, han tenido como resultado el ser referencia en su área. Su fama se debe a los números que ostentan: 300 personas capacitadas a nivel global, con un 50% de emprendimientos consolidados y casos de éxito como tuagentevirtual.com. “Muchos de los clientes que han hecho la capacitación como asistentes virtuales y luego se han diversificado a otras áreas del trabajo a distancia como el marketing digital o el coaching”.

Un negocio a la medida criolla

Las circunstancias sociales, económicas y de seguridad de Venezuela, lo hacen un semillero excelente para el trabajo a distancia. De hecho, la consolidación de Profesionalvirtual.net ocurre gracias a las protestas ocurridas en 2017, cuando muchos trabajadores tuvieron que encontrar formas alternativas de cumplir con sus trabajos y generar ingresos extra en moneda dura con una mínima inversión.

Para Izaguirre, los venezolanos cuentan con ciertas competencias afines al teletrabajo, más desarrolladas que sus pares en América latina, estas son la buena redacción, la ortografía, el uso de las redes sociales y de la tecnología como parte de sus herramientas cotidianas, la capacidad de adaptación, resiliencia y la perseverancia ante una oportunidad de negocios. “De hecho, ya el teletrabajo se está desarrollando de forma empírica en el país y existen muchos profesionales trabajando para empresas extranjeras desde sus casas aunque con ganancias por debajo de lo que registra el mercado a nivel internacional. Capacitar a estas personas sobre sus derechos y sus obligaciones para con el cliente es la razón de ser de esta propuesta”.

Ahora, no todo es tan rosa. A pesar de las múltiples competencias del venezolano, sabemos que los servicios públicos no son eficientes en el país y esto es un problema para una labor que se basa en el consumo de luz eléctrica e internet. Recordando que Venezuela se lleva el premio de la conexión más lenta del continente y que el servicio eléctrico depende del apetito de las iguanas, el teletrabajo no se pinta como una tarea precisamente desestresante, pero sin duda es la única rendija abierta que nos permite, por ahora, estar sintonía con esa Cuarta Ola que se vive en los países del primer mundo.


PUBLICADO: 21 de marzo de 2018