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De luto el mundo de las artes y el espectáculo

En la madrugada de este 17 de abril falleció trágicamente el cantante boricua Cheo Feliciano. Un accidente automovilístico acabó con su vida. El salsero, de 78 años, se dirigía a su casa (venía de un casino) cuando perdió el control de su Jaguar e impactó contra un poste de tendido eléctrico, en la zona de Cupey, Puerto Rico. No tenía cinturón de seguridad.

Más de 50 años en el ruedo musical, cantando boleros, sones, guarachas, salsa y toda la música del Caribe, lo hacen merecedor de un sitial de honor. César Miguel Rondón, autor de El Libro de la Salsa, lo calificó como "El Imprescindible". Para otros que saben de guataca, Cheo era el "niño mimado de Puerto Rico", un ídolo que hasta este 17 de abril fue una leyenda viviente.

Se casó una sola vez y, aunque fue mujeriego, siempre se mantuvo con su esposa, Cocó. Cheo conoció el abismo. Cayó en la trampa de las drogas y hasta estuvo a punto de suicidarse en una ocasión, pero logró levantarse. Tenía un miedo recurrente: que llegara un día en el que no pudiera cantar más. Su comida preferida era arroz, habichuelas y "carne guisá", plato típico de su país. Una vez le preguntaron que dónde quería morir, y aunque no dijo cómo, afirmó que en Puerto Rico. Su voluntad se cumplió.

El Premio Nobel

No fue crónica de una muerte anunciada, pese a que su salud, dijeron hace pocos días ya "era frágil". Y esta tarde mucho se sorprendieron cuando en México DF, un lugar que dista años luz de su pueblo de nacimiento Aracataca, pero que --como casi toda América latina-- está muy cerca de Macondo, murió cubierto de gloria el escritor Gabriel García Márquez. Tenía 87 años (6 de marzo de 1927) y su nombre completo era --es-- Gabriel José de la Concordia García Márquez. Con talento infinito para la novela y el cuento, fue en principio un fenomenal cronista y fundió siempre en su trabajo, deliberadamente, el periodismo y la literatura para edificar su obra a la que dio carácter universal desde su quinta novela, "Cien Años de Soledad", que publicó en 1967 y al quedar consagrada, lo consagró. 

Vivió en Venezuela algunos años a mediados de los 50, trabajando como periodista y escribió aquí un cuento llamado "Caracas sin agua", verdadera revelación de lo que luego revelaría: el "realismo mágico" del cual fue genio y figura, como conspicuo miembro de aquello que se dio en llamar el boom de la literatura latinoamericana. De hecho el realismo mágico no es sino una adaptación del concepto de lo real maravilloso, creado por el cubano Alejo Carpentier.

Su apodo Gabo viene de Gabriel en goajiro. Casado con el amor de su vida, Mercedes Barcha, tuvieron dos hijos: Rodrigo y Gonzalo. Amigo de Fidel Castro desde siempre y para siempre, dicen que aprovechó a veces aquella cercanía para lograr la liberación de ciertos presos políticos. Pero en todo caso le dio a la revolución comunista mucho más de lo que pudo quitarle, sin haberse manifestado jamás en contra del desprecio por los derechos humanos y la libertad que padecen hace 55 años los cubanos de la isla. Recibió el premio Nobel en 1982 vistiendo un liqui liqui en lugar del clásico smoking. Y la parranda que sus invitados armaron aquella noche en Estocolmo fue, de verdad, propia del realismo mágico. 

Hoy, día de la crucifixión, dejó su último suspiro. Paz a sus restos y gloria a su escritura.

Adiós a la reina de las telenovelas

Otra sentida desaparición física de este 17 de abril fue la de Mayra Alejandra Rodríguez. En los años 70 y principios de los 80 esta actriz venezolana fue la gran protagonista de las telenovelas de RCTV. Poseedora de una gran belleza y dotes como actriz en la misma proporción, ella fue la dueña de los dramáticos televisivos de la época de oro del Canal de Quinta Crespo. Uno de sus roles más recordados es el de Leonela, mujer violada por un hombre de quien terminó enamorada -tema polémico para la pacata industria de hace 30 años-.

Hija del fallecido comediante Charles Barry y de la escritora Ligia Lezama, Mayra Alejandra se retiró de la pantalla chica durante más de una década. Hace algunos años volvió con papeles que no honraron su destacada trayectoria, pero tuvo que alejarse de nuevo cuando le fue diagnósticado un cáncer. Tenía 58 años.

 

 

Cheo Feliciano
Gabriel García Márquez
Mayra Alejandra

PUBLICADO: 17 de abril de 2014