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El cruel encanto de las vallas comestibles

No, no es broma de mal gusto o una metáfora. Estas vallas existen. Claro, en países en los que el desabastecimiento no es la norma. La más reciente acción publicitaria de este tipo se realizó en Londres y la empresa invitó a 2 mil transeúntes a comerse, literalmente, el aviso. ¿Se imagina usted qué pasaría en Caracas si alguna empresa se atreviera a esto?

Deliveroo es un servicio integral de reparto de comida de calidad que fue fundado en el año 2013 por William Shu y Greg Orlowski. La empresa en la actualidad, trabaja con más de 20 mil restaurantes y en torno a unos 30 mil riders que laboran para ofrecer la mejor experiencia de reparto de comida a domicilio, hizo, el pasado 13 marzo, una acción publicitaria para interactuar con sus consumidores. La alocada apuesta consistió en invitar a 2 mil londinenses a comerse, de forma literal, el anuncio de una valla publicitaria.

Esta campaña denominada “Eat more amazing” y consistió en la colocación de un mosaico formado por 2 mil hamburguesas, la cual estuvo colocada en Shoreditch, el barrio más trendy de la capital británica. ¿El objetivo de esta ingeniosa acción de marketing? Conectar con los consumidores de manera directa y de una forma mucho más cercana que la que permiten otros medios como, por ejemplo, las redes sociales o la TV, o incluso la misma publicidad exterior.

Esta empresa que líder en el delivery en el Reino Unido eligió las hamburguesas porque ser el plato más famoso de la cadena y el más servido desde los inicios de la misma. Deliveroo contabiliza más de 10 millones de hamburguesas entregadas en el país.

Nada nuevo bajo el sol

Pero esto de las vallas comestibles no es nada nuevo. Obviamente, en un país con una realidad tan complicada -por decir lo menos- como la de Venezuela, tal estrategia es impensable. No obstante, ya ha habido marcas que se han atrevido antes a realizar acciones similares. Desde  McDonalds, hasta marcas de chocolate y servicios de banda ancha, han hecho la delicia de sus consumidores quienes, sin dar crédito al asunto, le han hincado el diente a la valla. Acá un top 5 con ejemplos.

5 -¿Quién se comió el queso de Speedy González? La agencia Virgin Media tuvo la idea en 2010 de colocar una valla hecha de distintos tipos de queso en Covent Garden, Londres. Pero, ¿era el lanzamiento de una marca de queso? Pues no. Esta acción era parte de una campaña que usó la imagen del famaso ratón de las comiquitas clásicas, Speedy Gonzalez, como el rostro de "la banda ancha más rápida de todo el Reino Unido". La valla que tenía 110 kg de queso fue hecha por la artista gastronómica Prudence Staite con diez tipos de queso de origen local. Su ejecución tardó ocho días y necesitó el trabajo de 100 horas en un estudio frío y un equipo de 13 personas.

4- Con los ojos en la torta. En 2014, la marca de confitería británica Mr. Kipling, de la mano de JWT London, dieron a luz a la primera valla hecha en pastel. La misma estuvo en un centro comercial de Londres e invitó a sus visitantes a comérsela. Compuesta de 13.360 pasteles ensamblados en aproximadamente siete horas de trabajo por un profesional de la comida como Michelle Wibowo, esta valla además enarbolaba un lema “La vida es mejor con una torta”.  Esta acción que en un primer momento involucró a Kipling y JWT, a la que luego se sumaría Saatchi & Saatchi Outside Line (mredes sociales), la agencia de medios Carat y la agencia de relaciones públicas Cirkle se convirtió en caso de estudio para los especialistas del área.

3- McDonald combate el calor.Sin duda la osadía de McDonalds solo puedo haberse realizado en un sitio tan civilizado como Holanda. La acción en la que se asoció la empresa de comida rápida con la agencia publicitaria JCDecaux,  creó una valla publicitaria con paneles sensibles al calor que contenía 100 tazas McFlurry gratuitas. (Sí, cochina envidia) Cuando hacía mucho calor afuera, el panel se abría, y las personas podían tomar un vaso para canjear por un McFlurry gratis. La estrategia mezcló así, una máquina expendedora con el concepto de valla. Muchos aseguraron en eso momento que lo más interesante es desafío, un tanto arrogante,  que McDonalds lanzó al sol. (Ver acción)

2- Una valla a lo Willie Wonka. Sin duda, la marca Thorntons hizo los sueños de los niños (y de los no tan niños) una realidad cuando instaló, en la Pascua (Semana Santa) de 2007,  una valla de chocolate comestible en Covent Garden, Londres. Hecha de 390 kg de chocolate puro, y de 4.4m por 2.9m, la cual fue engullida en tan solo tres horas. La creación pascual, significó una primicia mundial. La valla estaba hecha de 10 conejitos de chocolate, 72 huevos gigantes y 128 paneles de chocolate, cada uno con un peso de 2 kg. El trabajo encomendado al chocolatero Barry Colenso, se tardó tres meses en planear y 300 horas en construir. La empresa que ese año reportó grandes problemas, se anotó sin duda un gol de medio campo con tan audaz estrategia.

1- La mejor del mundo: ¡valla dispensadora de cerveza!Sin duda, Carlsberg la pegó del techo. La cervecería danesa, con la ayuda de la agencia publicitaria Fold7 y la empresa de diseño Mission Media, presentó una valla dispensadora de cerveza en The Old Truman Brewery en Brick Lane en Londres. La valla mostraba el titular "Probablemente el mejor póster del mundo", e invitaba a los transeúntes a darle una probadita. Obviamente, como marca responsable, se encargó de monitorear a los bebedores, asegurándose de que nadie tuviera menos de 18 años.  Según declaró en su momento, Dharmesh Rana, gerente de marca senior de Carlsberg, Reino Unido el objetivo de la cervecera era colocarse frente a tantos consumidores de cerveza como fuera posible y para ello debían pensar de una manera diferente y no solo confiar en publicidad televisiva.

A PRODUCTO y, seguramente a muchos de sus lectores, también, le encantaría poder de disfrutar de acciones semejantes, pero desafortunadamente, y por mucha creatividad que haya en el país, acciones de este tipo, a la luz de la realidad imperante, las ponen a nivel de los sueños. Y es que la publicidad, no está para bollos, ¿o no?


PUBLICADO: 27 de marzo de 2018