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Muy difícil que Plumrose se vaya

Todos los días surge un rumor nuevo en los entornos sociales. Esta vez le tocó al líder de jamones y embutidos padecer la realidad virtual de las fake news.  

Un video grabado por sindicalistas de Plumrose de la planta de Cagua –que hace pocos días sufrió un grave incendio que la dejó inoperativa—se sumó a un potente  tuit de María Corina Machado pidiendo por la fuente de trabajo de 1.313 operarios de la empresa. Ambos repicaron  redes sociales para extender  un rumor alarmante:  que  Plumrose se iba de Venezuela.  Los sindicalistas incluso pidieron al “presidente obrero” la aplicación del artículo 148 de la Ley del Trabajo, que autoriza la intervención gubernamental cuando "exista peligro de extinción"  de la fuente de empleo. Eso encendió la mecha.

El rumor prendió como pastizal seco. Quizá porque en estos tiempos horribles  ya muchas empresas partieron (ver Empresas gringas GO HOME!). Pero PRODUCTO, lejos se sumarse a la habladera, prefirió investigar. Y  la supuesta “noticia bomba” luce como  una nueva muestra de fake news.  Postverdad pura y dura,  alimentada  quizá por Plumrose, que hasta el momento de escribirse esta nota no había hecho frente a los rumores con ningún comunicado oficial. Pero esta revista supo –aunque todas sus fuentes hablaron bajo condición de anonimato- que lo sucedido fue fruto quizá de un mal manejo del “problema Cagua” y que el presidente de Plumrose, Ben Posberg, analiza con su Junta Directiva dar una respuesta “en las próximas horas”.  

Posiblemente digan allí parte de lo que ya supo PRODUCTO:   que  entre el incendio de Cagua y  problemas en cámaras de frío de otras plantas por sucesivos cortes de energía eléctrica, está afectado un 32 % de la capacidad productiva lo que provoca una suerte de “cierre técnico”.  A esto habrá que sumar los problemas sindicales que se consideran “artificialmente incentivados”, pero no dejan de hacer daño, sobre todo en un estado como Aragua que el empresariado en general considera “territorio Apache” por la sucesión de conflictos que terminaron de decidir la reciente huida del país de Kellogg´s, líder en cereales y Kimberley Clark (pañales, papel higiénico, servilletas, etc).
Tras el  voraz incendio del sábado 2 de junio la planta de Plumrose en Cagua tardará más de un año en ser reactivada.  Quizá dos. Necesita una inversión millonaria en dólares y dependerá de la celeridad con que se logren los recursos y la mano de obra muy especializada, incluyendo gente provista por la casa matriz desde Copenhaguen, pues las máquinas nuevas deberán se “calibradas en piso” (como se dice en la jerga industrial). 

Además de la planta quemada en Cagua, donde se producen básicamente jamones, Plumrose tiene instalaciones en Maracaibo, Barquisimeto, Valencia, Puerto La Cruz, Ciudad Bolívar y  oficina principal en La California, Caracas. Más allá de que hay un inventario importante que permite abastecimiento “por tiempo razonable”, sin duda el mercado puede sentir la inactividad de Cagua. En publicidad y comunicaciones deberá también hacer su parte. La agencia es ARS.

Un análisis situacional hace pensar que bien lejos parece estar Plumrose de irse. Su presidente por años, Ben Posberg –de origen danés, pero muy asimilado a Venezuela—es un hombre que pretende bajo perfil, aunque entre sus actividades extra curriculares detenta la de ser cónsul honorario de Dinamarca, por lo que su oficina de Plumrose es de hecho territorio danés. Curioso adendum en medio de este conflicto.

Pero por sobre  su status diplomático, Posberg ha demostrado hacer muy bien su trabajo. Esta misma semana empezó a reunirse con bancos para lograr recursos económicos  y activa contactos de otro tipo para enfrentar la crisis. Su compañía está en Venezuela desde 1932. Es líder en su ramo y una de las principales productoras de alimentos cárnicos del país (cerdo, pollo, pavo) que avanzó sostenidamente desde la década del 90, asumiendo tecnología de punta (Cagua era hasta el incendio una planta modelo en Venezuela) abriendo franquicias (Plumrose Express) y comprando marcas y negocios activos como Oscar Mayer, Louis Rich, Italsalumi o La Monserratina, bajo la indisimulable ambición de ganar mercado.  Se calcula que suma una participación de casi 70 %  ¿Dará un portazo que implicará botar todo eso por la ventana? Muy difícil.  


PUBLICADO: 14 de junio de 2018