Youtube

El imperio de los embutidos

 

Ha abierto seis establecimientos de comida rápida: en el centro comercial Sambil, El Recreo, Paseo El Hatillo, Parque Cerro Verde, La Castellana y Centro Ciudad Comercial Tamanaco.  Y tres Bodegones parrilleros: en Boleíta, Las Mercedes y La Castellana. Y todo en pandemia. La Montserratina, la marca venezolana de productos embutidos, ha dejado claro que en tiempos de lluvias lo mejor es vender pañuelos que sentarse a ver el chaparrón. O vender morcillas.

Fue en julio de 2020 cuando la empresa, que fue fundada en 1949 por inmigrantes españoles provenientes de la región de Cataluña, y que en 2011 pasó a convertirse en licenciataria de Plumrose, dio el primer paso de su gran transformación: inauguró la Montserratina Grill en la feria gastronómica de El Recreo. Un local de pequeñas dimensiones ideal para ofrecer sus productos a los comensales directamente: sandwiches de embutidos, bandejas de chorizos y morcillas, hamburguesas y hasta tequeños de chistorras.

Después de todo, ya habían probado que podían hacerlo (y con éxito relativo): en 2013 había inaugurado un tráiler en el estadio de beisbol de la Universidad Central de Venezuela para que los fanáticos de Los Leones o del Magallanes combinaran las cervezas con sus chorizos y chistorras. Y en 2019 había probado suerte con dos foodtrucks que aún alquilan para eventos especiales y privados.

Mientras que en 2021 abrió las puertas a otro tipo de negocio: los bodegones, donde ha puesto al alcance de todos cortes de carne como lomos, costilla y chuleta rebanada marca Plumrose, así como la variedad de salchichas ahumadas de la Montserratina. Y por si fuera poco: ofrece hasta insumos para la parrilla, desde la parrillera hasta el carbón.

Está claro que la estrategia de La Montserratina es acercar sus productos a los consumidores. Congelados. O a la parrilla. Y sin dejar a un lado a los intermediarios, porque la marca sigue presente en cadenas de supermercados, charcuterías, panaderías y bodegones independientes.

Ambos negocios son manejados como franquicias, explica Eduardo Drachenberg, director nacional de franquicias de la marca. “Nosotros manejamos los carritos de Plumrose Express Deli, los foodtruck de La Montserratina, los restaurantes Grill, los bodegones parrilleros y la línea de abastos populares llamados ¡Qué Jamón!, en los que se ofrecen tanto productos Plumrose como Montserratina al mayor y detal”. Qué jamón.

Invertir en carne

La inversión para abrir un bodegón parrillero está sobre los 100 mil dólares, aclara  Carlos Cervantes Gerente de Mercadeo de la Montserratina. “Pero depende de si el franquiciante tiene el local o hay que alquilarlo, si tiene estacionamiento, si hay que hacerle arreglos a la estructura, la decoración, el mantenimiento y lo más costoso siempre es la refrigeración”.

Mientras que la de los establecimientos de comida rápida es mucho menor. “Los bodegones se pueden abrir con la mitad del dinero de los locales de comida rápida. La inversión está entre 40 y 50 mil dólares dependiendo del tamaño y el lugar donde se instale”, puntualiza Manuel Elías Rodríguez, Director de La Montserratina, fabricante y socio de la distribuidora de alimento M&M responsable de preparar, dividir en porciones y distribuir todos los insumos necesarios para cada restaurante.

La agencia que maneja toda la estrategia comunicacional de la corporación parrillera es Comstat Rowland y las redes sociales las comparten entre la agencia Mr. Goodman y mercadeo de cada línea de negocio. Realmente los bodegones y el grill no han realizado grandes inversiones en publicidad tradicional, su promoción está enfocada a redes y plataformas digitales.


PUBLICADO: 02 de agosto de 2021