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Los trazos de Zapata se elevan al cielo

El país perdió este viernes a una de las grandes figuras de su historia contemporánea. El maestro Pedro León Zapata se despidió a sus 85 años de edad, dejando un legado invaluable, por su particular ingenio para plasmar la realidad del país en sus distintas facetas de pintor, escritor y caricaturista. 

Nació en La Grita, estado Táchira, el 27 de febrero de 1929. Estudió Artes Plásticas en Caracas y México. Su primer dibujo humorístico lo publicó en 1946 en la revista Fantoches y en 1965 comenzó su larga carrera en El Nacional con los famosos “Zapatazos”, que el pasado 21 de enero cumplieron 50 años. Fue ganador del Premio Nacional de Periodismo en 1967 y del Premio Nacional de Artes Plásticas en 1980.

Entre sus obras más reconocidas está “Los Conductores de Venezuela” (1999), un mural de cerámica de más de 1500 metros cuadrados de superficie, que separa a la Universidad Central de Venezuela de la Autopista Francisco Fajardo, en el que se retratan diferentes personajes de la talla de Simón Bolívar, Teresa de La Parra, Armando Reverón o José María Vargas.

En 2006, el caricaturista ofreció una entrevista a PRODUCTO en la que señalaba que “el ideal del humorismo es meterse con lo serio, con lo solemne, con lo sagrado y con la divinidad hasta donde sea posible”, tarea que cumplió hasta su último “Zapatazo”. 

Caricactura de Zapata en entrevista con PRODUCTO

Los discípulos

Para el caricaturista Eduardo “Edo” Sanabria, Zapata fue el motor de su carrera: “Desde pequeño veía los Zapatazos en El Nacional, al principio no captaba bien, pero luego empecé a entender lo que significa el poder de la idea y el humor gráfico”.

El artífice apunta que la principal enseñanza de Zapata es que “el humor debe estar enfrentado al poder, es incómodo y no es complaciente; tiene que seguir siendo el espejo donde se vean los políticos y también donde nos veamos nosotros como sociedad”.

Rayma Suprani, también caricaturista, señala que la huella que deja Zapata está en el valor de la opinión, la libertad de pensamiento y la constancia. “Pedro León es un gran maestro, es un pilar fundamental del periodismo gráfico y de la caricatura. Nos deja el compromiso de seguir adelante con el trazo”.

Afirma que la pluma de Zapata no hizo concesiones de ningún tipo de poder: “Él siempre se reflejó en su simplicidad, en sus trazos, en sus ideas, como algo transparente y como una forma creativa y cotidiana”.

Caricatura de "Edo" sobre Zapata en la colección "Conductores de un país"

“Una luz de bondad”

“Fue sencillamente un genio y una de las fortunas que ha tenido Venezuela en su historia”, dice en palabras sentidas su amigo y también humorista Laureano Márquez, para quien el legado de Zapata se resume en su propia vida, “su camino de bondad y virtud, su generosidad”.

“Significó muchas cosas a la vez; para mí fue un amigo entrañable, un compañero de actividades de humor; pero para el país fue una luz de bondad y de bien, un testimonio de la Venezuela buena, amable, trabajadora, llena de gente maravillosa que nos ha enseñado a vivir mejor”, dice quien hace unos años se incorporó al programa radial Divagancias, que conducía el maestro Zapata junto a Miguel Delgado Estévez, en Unión Radio.

¿Y cómo lo recordará el humorista? “Con una sonrisa, con mucho cariño, con todo el amor que nos dio y que va a perdurar en su obra”. Y con esa misma sonrisa seguirá el venezolano admirando el ingenio del maestro Zapata.

Por: Daniela Pastori y Patricia González


PUBLICADO: 06 de febrero de 2015