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Telefónicas en rojo

Severa crisis en uno de los mercados más importantes para Venezuela en los últimos 3 lustros. Las telecomunicaciones suelen ser vanguardia en el mundo y aquí enfrentan lo peor del populismo: gran retraso en tarifas, poco acceso a divisas, crisis de tecnología y, para colmo robo y vandalismo. Las empresas luchan apenas por conservar infraestructura y clientes. Todos entrevistados para esta nota pidieron no ser mencionados

Alcides León /@aleon1969

El mercado latinoamericano de telecomunicaciones es el cuarto más importante del mundo. Y se espera que para el 2020 sea el segundo, sólo después de Asia. Con más de 300 millones de teléfonos inteligentes, es un mercado importante en el cual Venezuela era, hasta hace poco, uno de los principales actores, detrás de Brasil y México. El surgimiento de la banda ancha móvil –en una región que aún no termina de consolidar sus instalaciones de banda ancha fija– impulsa el crecimiento del mercado regional de celulares, mientras en Venezuela eso se convierte en una pesadilla para las operadoras, incluyendo a la estatal Movilnet, debido a la falta de divisas para pagar los servicios de conexión, la reposición de equipos y la expansión de la infraestructura.

Cuando el Presidente de la República, Nicolás Maduro, anunció el plan de recuperación económica basada en sectores que calificó, publicitariamente, como “motores”, el de telecomunicaciones parecía uno de los más robustos: involucraba, además del Estado, una inversión privada importante. Por eso el grupo Telefónica, dueños de Movistar, se comprometió a hacer una inversión de 60 mil millones de bolívares en los próximos dos años.  Un plan que incluyó despliegue de fibra óptica, ampliación de la capacidad de transporte, energía, infraestructura y conmutación de voz y datos. Digitel, por su parte, se propuso invertir unos 4.270 millones de bolívares y la estatal Cantv/Movilnet unos 6 mil millones de bolívares, para los mismos fines.

Dicho acuerdo también implicaba un aumento de tarifas que, hasta el momento, estaban congeladas. Las empresas  anunciaron los aumentos, a los que se sumó la estatal CANTV, cuyo servicio de conexión de banda ancha fija ABA —que concentra casi el 70% del mercado— aumentó el plan ilimitado más económico hasta 792 bolívares,  y el plan de hogar de 10 Megas de velocidad –disponible solo en algunos lugares, en verdad muy pocos– hasta casi 8 mil.

No obstante, tales aumentos conmocionaron las redes sociales y generaron una matriz de opinión que hizo que el gobierno tomara cartas en el asunto, congelara de nuevo los aumentos (ver “El pueblo y su fiesta macabra”) y llamara a las operadoras a la realización de mesas técnicas, las cuales –al momento de escribir esta nota– no han arrojado resultados. No obstante, es de suponer que terminen permitiendo un ajuste –aunque sea escalonado– que permita a las empresas conservar la operatividad, pero no realizar  nuevas inversiones.

Tarifas que generan pérdidas. Con tarifas que no cubren los gastos de operación de las empresas, el sector está bajo una gran amenaza ante la imposibilidad de garantizar el mantenimiento adecuado de la infraestructura. Si bien los ingresos e inversiones de la industria ostentan cifras positivas hasta finales del 2015, la realidad es que al reducirse cada vez más el acceso a las divisas, esto ha forzado un cambio contable extremo: pasar de un dólar cotizado a 13 bolívares a uno cotizado en más de 600 bolívares (Dicom) que también es de acceso limitado.

La Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), en su informe del 2015, afirma que la conexión a Internet costaba –o cuesta al momento de hacer esta nota, ya que desde inicios de 2015 no hubo aumentos– 219 bolívares por mes; el minuto de telefonía celular 1,68 Bs/mes; el Megabyte de datos móviles 0,47 y una suscripción de TV Cable 374,5 Bs/mes. Tarifas que convertidas al risible cambio de 13 bolívares por dólar estaban relativamente cercanas a las de la región. Pero al hacer el mismo cálculo con el dólar Dicom, el resultado es absurdo, por decir lo menos. Por ejemplo, un servicio de telefonía móvil, con datos 4G, en Movistar puede estar muy por debajo de un dólar, e incluso por debajo de medio dólar si se usa el precio del dólar paralelo como referencia.

Para Movistar un usuario promedio representa para la empresa entre 10 y 12 dólares al mes en los demás países de la región, si cuenta con un celular básico y unos 18 dólares, si cuenta con uno inteligente y su plan de datos asociado. Aún asumiendo el cambio DICOM, la diferencia es abismal, ya que las tarifas extranjeras son al menos unas veinte veces las locales, en un negocio en el que se calculan que los costos dependen de divisas en un 50% o 60% en los mejores casos. Eso sin contar que las tarifas tienen un rezago de más de un año, en un país con inflación oficial de tres dígitos.

Todos los expertos de alto nivel consultados para esta nota señalan que las tarifas de las tres empresas de telefonía celular necesitan un ajuste de hasta 650% para balancear las cuentas, lo que implica que actualmente todas están trabajando a pérdida.

El vandalismo, otro factor negativo. La situación de inseguridad también afecta a las empresas de telecomunicaciones. Televen, Movistar, Digitel, Cantv y Movilnet han sido de las empresas más activas en denunciar este hecho. Una sola operadora telefónica reconoció sufrir entre 70 y 80 hurtos al mes durante el segundo trimestre del 2016, mientras que un año atrás sólo ocurrían entre 15 y 20 incidentes mensuales.

El alto costo de las baterías de 12 voltios, aires acondicionados y cables de cobre ha disparado estos eventos, que frecuentemente suelen dejar sin servicio a zonas geográficas aisladas, o que empeoran el servicio de las zonas más pobladas.

Además del robo, los eventos incluyen vandalismo. Los criminales suelen dañar equipos altamente especializados, que no se roban porque no tienen valor en el mercado de objetos hurtados, pero destruyen impunemente. Y esos equipos, muy difíciles de reponer,  tienen un alto costo para las empresas  de telecomunicaciones. En un incidente de vandalismo en una repetidora de TV o celda celular, pueden ocurrir daños que sobrepasen los 20 mil dólares, y no suelen estar amparados por ningún tipo de seguro.

 

 

 


PUBLICADO: 22 de marzo de 2017