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Venezuela es el segundo país más corrupto, según índice de Foro Económico Mundial

Venezuela es el segundo país más corrupto del mundo, solo superado por Yemen, una nación en guerra civil y que, según la Organización de Naciones Unidas (ONU), puede sufrir la hambruna más letal de los últimos 100 años.

El Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) publicó su Índice Anual de Corrupción Global, como parte de su reporte sobre la competitividad a escala internacional, donde Venezuela aparece en el puesto 127 de 140 naciones analizadas.

Venezuela aparece en el grupo de los países más conflictivos del planeta, sin que su población esté sometida a ningún conflicto bélico o catástrofe natural, lo que convierte a este país en un caso especialmente significativo, ya que su situación es atribuible a su situación política y condiciones institucionales.

En este índice de países carcomidos por la corrupción aparecen, además de Venezuela, otros países de la región, como Paraguay, México, Honduras y República Dominicana, compartiendo el puesto 29;  Guatemala, en el lugar 28; y Nicaragua, en el escalón 26.

Aunque parezca insólito, el Índice del WEF, desarrollado con base en el método de análisis generado por la ONG Transparencia Internacional, coloca a la mayoría de las naciones del África Subsahariana y Haití por encima de Venezuela en esta clasificación.

Posiblemente, esta situación se debe a la internacionalización de la corrupción venezolana, ya que ex funcionarios y algunos activos han sido señalados en diversos países por diversos delitos financieros.

¿Por qué estamos como estamos?

En el Índice de Competitividad Global del Foro Económico Mundial, Venezuela ocupa el puesto 127, como ha sido extensamente reseñado. El concepto de competitividad que maneja el WEF se basa en 12 pilares que permiten establecer qué tan preparado está un país para competir con éxito en la economía globalizada.

Entre esos pilares se cuentan: calidad de la infrestructura, funcionamiento de las instituciones, estabilidad macroeconómica, adopción de nuevas Tecnologías de Información, Sistema de Salud, habilidades del capital humano, madurez y competencia en los mercados de bienes y servicios, situación del mercado laboral, calidad del sistema financiero, tamaño del mercado de capitales, dinamismo de los negocios y capacidades para la innovación.

Con solo leer la lista quedan claras algunas cosas; sin embargo, conviene destacar algunos elementos. Por ejemplo, Venezuela ocupa el último lugar -el 140- en calidad institucional y estabilidad macroeconómica.

El país está por debajo de los primeros 100 países del Índice en calidad de los mercados de bienes y servicios (137); dinamismo de los negocios (139); situación del mercado laboral (131); y calidad de la infraestructura (131).

Venezuela se ubica después de los primeros 50 países en temas como capacidad para la innovación (95); sistema de salud (59); tamaño del mercado (56); capacidad para la adopción de TICs (97) y calidad del sistema financiero (91).

Cuando se revisan con más detalles los indicadores que el Foro Económico Mundial presenta sobre Venezuela, que el país ocupa el último lugar del planeta en áreas específicas como calidad de los servicios policiales, eficiencia del sistema judicial en la aplicación de regulaciones, derechos de propiedad, eficiencia de los sistemas de resolución de disputas, y protección de los derechos de propiedad intelectual.

En aspectos como innovación y aplicación de tecnología, el país ha retrocedido de manera considerable. Considérese un indicador como botón de muestra: la evaluación sobre la penetración de la telefonía celular cayó 64 puntos en un año, y un mercado que llegó a tener más de 100% de penetración del servicio, ahora se ubica en el lugar 123 en el mundo.

Sin duda, los controles, los subsidios distorsionantes, la carga tributaria y otros factores hacen de la economía venezolana un caso complejo, pero lo más grave de todo es la mala calidad de las instituciones, pues este es un elemento clave para corregir los otros desequilibrios.

 


PUBLICADO: 21 de octubre de 2018