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Cese de El Nacional en papel evidencia grave déficit de acceso a la información en el país

Los kioscos de periódicos han quedado reducidos a ventas de caramelos y golosinas. Un simple paseo por las calles de las principales avenidas de Caracas o sus centros comerciales, donde hay puntos de venta de medios impresos, sirve de dramática comprobación a las cifras de organizaciones como Espacio Público y el Instituto de Prensa y Sociedad, que señalan la progresiva extinción de la prensa en Venezuela.

Sin El Nacional, los periódicos de circulación nacional que quedan son 2001, del Bloque DeArmas; El Universal y Últimas Noticias. Ya tampoco se ven medios chavistas como VEA y El Correo del Orinoco, que sigue vivo, pero con una circulación muy restringida en papel.

Otro peculiar sobreviviente en los puestos de venta es La Voz, un diario de circulación metropolitana, editado en Guarenas por la empresa del periodista José Materán Tulene, que ha ido más allá de su territorio natural para ganar mercado con una competencia menguante.

En la provincia ha desparecido 60% de los periódicos, de acuerdo con la data del Instituto Prensa y Sociedad, Capítulo Venezuela, y del 40% restante, solo algunos, como Panorama en Zulia, un ejemplo notable, mantienen una circulación regular. Ver PRODUCTO El "paquete" Maduro sentenció cierres de 50 medios de comunicación que estaban en crisis y 35 periódicos de provincia han cerrado en los últimos cinco años -

La oferta de revistas es casi nula. El Nacional, por compromisos de licencia, mantiene en circulación la versión local de Hola, con paginación muy reducida, mientras que otras pequeñas empresas editoriales sacan algunas publicaciones, que se suponían mensuales, de manera esporádica. Las publicaciones especializadas que se mantienen se han mudado al formato digital.

La mayoría de las empresas periodísticas que quedan en pie están en situación precaria, no solo por la baja sustancial de la inversión publicitaria, sino porque la transición a los medios digitales no ha sido sencilla. La mayoría de los medios han apuntado a trasladar sus modelos impresos a la plataforma web, y eso ha demostrado ser poco funcional. La reinvención en algunos casos ha sido muy compleja.

Sin embargo, medios como El Nacional El Universal han logrado dar el salto exitosamente, más en términos de audiencia que de rentabilidad, porque el mercado de publicidad digital en Venezuela es muy sensible a los movimientos tarifarios, en buena medida porque el impacto de las campañas se puede medir y los anunciantes, en este formato, tienen más poder de negociación.

El asunto tiene un componente mucho más grave: la existencia de un gobierno no democrático que impone diversos mecanismos de censura, que van desde la presión directa con sanciones, en los casos de medios audiovisuales que operan bajo el régimen de concesión estatal, hasta las agresiones, amenazas, demandas y presión financiera, un coctel que ha resultado letal para la prensa de papel.

Epidemia de desinformación

Para muchos la desaparición de los medios impresos no es un problema relevante. Después de todo, el papel está condenado a desaparecer ante el indetenible avance de las plataformas digitales, pero se olvida que los periódicos siguen siendo fuente de información principal para importantes sectores de la población que no tienen acceso regular a Internet.

Según el estudio Penetración y Uso de Internet en Venezuela 2018, de Tendencias Digitales, 41% de la población venezolana permanece excluida de Internet; de hecho, 18,7 millones de venezolanos son usuarios regulares de la Web, lo que indica una penetración de 59% a escala nacional. El crecimiento del factor penetración se ha ralentizado en los últimos cuatro años.

La crisis ha ocasionado que las ventas de computadores, hayan caído en 56%, según data de minoristas, en los últimos dos años, un elemento relevante si se toma en cuenta que, según este estudio, 75% de los internautas se conecta a través de los equipos de escritorio. Si la crisis continúa, probablemente las estadísticas de penetración comiencen a estancarse o a bajar.

Además, hay otros elementos que sirven para matizar una cifra de penetración de Internet que luce poco preocupante. Venezuela, por ejemplo, tiene la más precaria conexión a la Web de América Latina y los portales informativos son objetos de bloqueos instruidos por la Comisión Nacional de Telecomunicaciones.

De acuerdo con investigaciones de la Comisión de Medios de la Asamblea Nacional una combinación de censura abierta, amenazas, bloqueos informáticos y financieros, demandas, agresiones y detenciones, entre otras prácticas que limitan el trabajo de los medios, hay un deterioro grave del acceso a la información de la población. Encuestas que maneja la entidad parlamentaria revelan que 65% de la población, en promedio, manifiesta desconocimiento sobre hechos claves del entorno que afectan su vida.

Sin duda, hay una subestimación de la gravedad que tiene el hecho de que desaparezcan periódicos. Ahora se va El Nacional, con sus 75 años de historia y contribuciones al desarrollo del periodismo en Venezuela, lo que supone un duro golpe a la oferta informativa y de opinión que reciben los venezolanos.

 

 

 


PUBLICADO: 14 de diciembre de 2018