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El oscuro mundo detrás de las fake news

La comunicadora y docente de Ética, Gloria Cuenca, habló con PRODUCTO sobre este fenómeno que se está convirtiendo en un grave factor de distorsión política económica y social en el mundo. En su opinión, el daño que causan las noticias falsas puede ser  muy grave y muchas veces no se puede reparar.


El nombre de ‘fake news’ refiere a las noticias falsas, que han sido inventadas.

"En el pasado, antes del desarrollo tecnológico, se las llamaba ´falsa noticia o bluff´, y eran consideradas como un grave atentado contra la ética del periodista, pues contravenían uno de los postulados básicos: la obligatoriedad de decir la verdad. Importante aclarar que cuando en los medios se habla de ‘decir la verdad’, no  refiere a la verdad filosófica, sino a la posibilidad de comprobar el hecho o suceso ocurrido. La verdad, la veracidad de lo que en efecto sucedió”, abre fuegos la profesora Gloria Cuenca, experta en temas de comunicación, y por años una respetada docente de Ética y Legislación de la UCV.

El desarrollo tecnológico –asegura- ha permitido “la maravilla de la comunicación-información” y a partir de allí se logra la instantaneidad en la llegada de los contenidos y la posibilidad de la respuesta inmediata. Según Cuenca, la comunicación-información se ha producido de una manera que nunca, ni los más avanzados comunicólogos, pudieron prever.   

Un sentimiento maléfico

“Ha comenzado, por así decirlo, en el mundo, ese sentimiento maléfico de inventar noticias falsas. Cuanto más alarmistas y dramáticas producen mayor efecto. Muchas con gran repercusión y gravedad para la situación, la actuación, y la toma de decisión de quien cree en ese tipo de información noticiosa”, va a la raíz del mal.

Pero, ¿cómo reconocer a las fake news?

“No es fácil. Hay que pensar que cuando se produce una de ellas está hecha para engañar. Eso hace que sus ‘creadores’, si es que se los puede llamar así, usen recursos importantes en el proceso de fabricación de la noticia falsa. No hay manera de reconocer con facilidad una noticia de ese tipo”, apunta por la calle del medio.

Pero ofrece algunas recomendaciones: una de ellas es “regresar a Descartes: Pensar y dudar, en primer lugar. Luego, recurrir a la experiencia y buscar confirmación. También darse cuenta cuando se trata de un notición, qué tantas posibilidades hay de que sea cierto. En nuestro país en la actualidad, no solo hay fake news, sino que además hay noticias antiguas que se vuelven a poner a circular. Se descubre, por cuanto hay gente alerta que avisa”.

Gloria Cuenca, periodista y docente

-¿Qué tipo de bureau suele generar este tipo de noticias? ¿Cuál es el perfil de los emisores?

-La historia que ha generado esta preocupación por las fake news, que existen desde el momento en que aparecen las redes sociales y todos los avances tecnológicos, resulta compleja y difícil de entender. Sin embargo, aparecen dos países con mucha responsabilidad en esto, Rusia y China. Y -en tercer lugar-  México.

“No se trata de oficinas comunes y corrientes, son de sitios que se han ido especializando. Hay siempre mucho dinero e involucra a grupos con intenciones políticas y económicas. Lo primero que hay que saber, es que para actuar de esta manera, es decir producir fake news, no existe ética de ningún tipo. Hay un utilitarismo grosero, del peor tipo, en quien siente una ambición desmedida por tener dinero y salir rápido del estado de penuria económica, en la que se encuentran la mayoría de las veces”, dice Cuenca.

La especialista afirma que los generadores de estos contenidos son gente dispuesta a correr el riesgo de ser considerados al margen de la ética y de la ley, por la obtención de dinero, que consideran fácil. “El perfil de los emisores, casi siempre, se refiere a muchachos y muchachas muy jóvenes, deseosos de obtener dinero fácil y rápido, sin tener que pasar por las barreras que produce la ética. Además, suelen ser muy preparados en materia de tecnología e informática”.

Cisne negro

Para la profesora Cuenca, son evidentes los impactos de ese tipo de noticias  en la opinión pública. “Durante las últimas elecciones de los Estados Unidos, cuestión que se investiga con seriedad, encontraron indicios de la intervención de hackers rusos en contra de la candidata demócrata, utilizando ese tipo de información noticiosa falsa”.

Sin embargo, avanza la experta, la opinión pública es más estable de lo que usualmente se cree, lo que cambia fácilmente es el sentimiento público, que frente a este tipo de información noticiosa falsa, puede modificar decisiones y actitudes con gran rapidez.

Hay eventos trascendentes –dice- que modifican esas tendencias. Se les llama “cisnes negros”. Son hechos públicos, notorios y comunicacionales, en general  verdaderos, que pueden modificar el sentimiento y la opinión pública, según deja saber la docente de la UCV.

Finalmente, cabe preguntarse: ¿Es posible revertir el efecto negativo, generado por una fake new?

“En principio sí. Hay que trabajar duro en materia de sentimiento y opinión pública. Cuando se trata de cuestiones electorales entonces es más difícil, por cuanto el tiempo para  mejorar la imagen y los otros aspectos dañados, es corto e insuficiente. Según la conseja popular, ´la calumnia es como el agua derramada, nunca se recoge completamente´. Rectificaciones, aclaratorias, réplicas y otras formas de intentar modificar, cambiar y desmentir esas noticias falsas, a veces lo logran. En otras, lamentablemente no”, remata la vocera.

 


PUBLICADO: 17 de agosto de 2018