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Cornelio y Tony van contra Maduro

La centenaria empresa de cereales Kellogg’s, anunció que tomará acciones legales contra el gobierno de Nicolás Maduro por haber hecho uso indebido de su marca, información que dio a conocer la multinacional mediante un comunicado.

La empresa del gallo Cornelio y el tigre Tony informó a través de un comunicado divulgado a la prensa internacional, que el uso de sus marcas "no se encuentra autorizado en el territorio de Venezuela por virtud de la expropiación y toma de nuestras operaciones por parte del Gobierno de Venezuela desde el pasado 15 de mayo de 2018″. En otras palabras: se denunció la comercialización indebida de sus productos en el suelo venezolano, donde la empresa laboró por 57 años, produciendo 14 toneladas de Corn Flakes al día en su planta ubicada en Maracay, estado Aragua.

En mayo de 2018, Kellogg’s abandonó el país después de haber sido expropiada por el gobierno de Nicolás Maduro, no sin antes advertir que en caso de usar indebidamente los nombres comerciales y las marcas de su propiedad, la trasnacional adelantaría una demanda, que es lo que ahora, a un año y medio de la expropiación, promete cumplir.

Un gallo y un tigre piratas

A pesar de la advertencia, desde el año 2018 han salido al mercado cajas de cereales Corn Flakes y Zucaritas con adiciones en su diseño original: una franja superior con las palabras “Conociendo a Venezuela”, justo debajo una bandera del país y en la parte posterior la imagen de una playa venezolana con las palabras “Juntos todo es posible”, lema que Maduro ha venido usando en sus campañas proselitistas. También se han colocado cajas del cereal del gallo Cornelio con la fotografía de Maduro alzando el puño izquierdo.

Kellogg’s, cuya sede principal se encuentra en Michigan,cuenta con 18 plantas de producción, de las cuales 10 funcionan en Latinoamérica. Las sedes de Colombia y México atienden la demanda de Centroamérica, como en su momento también lo hizo la fábrica de Venezuela. En México, Kellogg’s produce 110 millones de kilos de cereal para 14 de sus 15 marcas, con un personal de 700 trabajadores. Esta instalación está valuada en 50 millones de dólares, mientras que la planta de Venezuela gira en torno a los 72 millones de dólares, según el informe de cuentas de 2016.

En México, la empresa mantiene una participación de 42.7% y sus ventas alcanzan los 272.1 millones de dólares, según datos de Euromonitor International.

De acuerdo con información de distribuidores de alimentos en Internet, (https://2483-ve.all.biz/) al cierre de la planta Alimentos Kellogg, S.A. contaba con más de 200 personas y producía 75% de los cereales listos para comer que se comercializaban en el país, así como productos para la exportación, entre ellos Corn Flakes, Zucaritas, Choco Zucaritas, Froot Loops, Corns Pops, Corns Pops Chocolate, Choco Krispis, Speedy Loops, Special K, Special K Barra, Línea Müsli y All Bran. Luego del cierre, la oferta quedó limitada a solo dos de sus marcas emblemáticas: Corn Flakes y Zucaritas.

Según cifras de 2018, Kellogg’s mantenía en Venezuela una participación de 47.9%, con ventas por 47.9 millones de dólares. Su principal competidor es Alfonzo Rivas, que produce una amplia línea de cereales a base de hojuelas de maíz, avena o frutos secos: Cronch Flakes (Hojuelas de maíz), Azucaradas, Choco Azucaradas, Fruty Pop, Fruty Aros, Choco Safari, Abci-too'st y Pop Cronch (Cereales expandidos), Natural Mix, Too'st Avena Original, Too'st Avena Canela.

Las bases de la demanda

En declaraciones a la prensa, el abogado Cástor González, especialista en Propiedad Intelectual y presidente del Centro Popular de Formación Ciudadana (CPFC), señaló que en el registro de la marca no se observa ninguna anotación en la que Kellogg’s Company autorice al gobierno de Maduro el empleo de ella, “de manera que si el producto circula en el mercado sin contar con su autorización se estaría cometiendo un ilícito, como bien se expresa en el artículo 337 del Código Penal”.

Adicionalmente, González explicó que quien dirija las operaciones de la planta y emita instrucciones para que se cometa ese ilícito es ante la ley el responsable del delito de usurpación de marca. “En teoría, Kellogg’s está absolutamente calificada para demandar a la República y estaría inclusive facultada para denunciar la usurpación de marca en la esfera penal”, afirmó el experto.

Por su parte, Andrea Rondón, miembro del Observatorio de Derechos de Propiedad del Centro de Divulgación del Conocimiento Económico (Cedice), comentó a talcualdigital.com que los accionistas o la casa matriz de Kellogg’s sí pueden demandar a Venezuela ya que “la disposición, uno de los atributos de la propiedad además de uso y goce, sigue en manos del propietario original que es Kellogg Company”.

De acuerdo con Cedice, quienes hayan visto afectados sus derechos de propiedad pueden recurrir a instancias internacionales como alternativa, tal y como sucedió con el fallo del tribunal arbitral de La Haya -dice la nota de talcual.com- “que recientemente dictaminó el pago de 366 millones de dólares de indemnización por la expropiación de las compañías Alimentos Frisa y Transporte Dole en 2010 por el gobierno de Hugo Chávez”.

En sus declaraciones a la prensa, Rondón apuntó que desde el año 2000 Venezuela ha sido demandada 47 veces, y existen 19 demandas pendientes, por lo que el Estado venezolano tendría que pagar más de 12 mil millones de  dólares, fuera de intereses.


PUBLICADO: 03 de octubre de 2019