El gobierno intenta dar un golpe, que puede ser solo de efecto, al dólar paralelo al anunciar que colocará EUR 2.000 millones en las subastas del Dicom durante los meses de noviembre y diciembre, lo que significaría un aumento exponencial de la oferta en ese mercado y que, de concretarse, podría reducir puntualmente la tasa de cambio del llamado dólar "criminal".

Sin embargo, el economista y asesor financiero, Fernando Serrano, sostiene que el anuncio no se puede valorar adecuadamente antes de que el Ejecutivo explique de dónde va a sacar los recursos extraordinarios para inyectar en el Dicom, porque "no ha ocurrido ningún suceso inesperado que permita suponer que la administración de Nicolás Maduro cuenta con más liquidez".

De hecho, el más reciente informe de la OPEP certifica que la producción de crudo ha seguido su descenso y los pronósticos más optimistas sitúan la extracción en 1.100.000 barriles diarios para el cierre del año. Tampoco se ha tenido noticias de que el gobierno chino haya hecho algún desembolso generoso de recursos.

"Si este aporte de oferta al Dicom se concreta", dijo Serrano a PRODUCTO, se podría registrar un efecto "interesante", pero "limitado" en el mercado paralelo. "Ese efecto sería más prometedor, si esas divisas se transaran en subastas más transparentes y se repartieran equitativamente entre empresas productivas nacionales, a una tasa más o menos adecuada".

El economista Asdrúbal Oliveros socio-director de Ecoanalítica hizo un breve comentario en su cuenta de Twitter -@aroliveros- donde señaló que la única manera de que ese aporte se concrete en las condiciones actuales es que el gobierno traspase fondos para hacer importaciones públicas al sector privado; es decir, tendría que sacarse dinero de un bolsillo para meterlo en otro sin ningún propósito conveniente.

Por su parte, la economista senior de Torino Capital, Pilar Navarro, también en la red social Twitter (@pilarnavarrob) hizo unos cálculos: "Para lo que queda de año, EUR2.000 millones implicaría un promedio diario de más o menos USD 44.6 millones liquidados para el sector privado, cosa que no se ve desde 2015, cuando las importaciones publicas representaban solo 33% del total. En 2017 alcanzaron cerca de 70%".

El anuncio llama aún más la atención, si se toma en cuenta que la agencia Reuters informó que el gobierno está buscando fórmulas para pagar el próximo vencimiento de USD 950 millones por el Bono Pdvsa2020, que tiene a 50% de Citgo comprometido como colateral, a fin de mantener tranquilos a los tenedores que ya están organizados para demandar.

Aunque los atrasos en los pagos de deuda externa ya suman alrededor de USD 7.000 millones, el Ejecutivo aspira a posponer cualquier iniciativa legal que comprometa el futuro de Citgo.

El vicepresidente del Área Económica, Tareck El Aissami, se limitó a explicar que, como resultado del fuerte incremento del precio del petróleo, el presidente Nicolás Maduro ordenó la inyección de EUR 2.000 millones a un mercado que el mismo gobierno se ha cansado de decir que solo era para privados, al punto que el Convenio Cambiario N° 1 prohibe la intervención de empresas públicas como oferentes o demandantes.

¿Reconoce el gobierno que su teoría de que un mercado cambiario ilíquido entre actores privados no serviría en absoluto para competir contra el paralelo? ¿Entendió el gobierno que el creciente diferencial entre la tasa de cambio Dicom y la del "dólar criminal" es un incentivo para que, en el mejor de los casos, los actores económicos "privilegiados" operen en ambos mercados, mientras que los no privilegiados quieran vender al precio paralelo? La realidad es terca.

Los anuncios de El Aissami

Después de casi dos meses de vigencia del llamado "plan de recuperación y prosperidad económica" parece que todavía no están las piezas completas. El vicepresidente del Área Económica, Tareck El Aissami, anunció que ahora todo el sistema financiero podrá actuar en las subastas del Dicom, antes restringidas a solo siete entidades nacionales autorizadas.

Sin embargo, se ordenó un incremento del encaje legal de 21,5% a 31%, y del saldo marginal de 31% a 40%. Esta medida restringe las posiciones de efectivo en poder de la banca y atenta directamente contra su capacidad de otorgar créditos. La excusa es evitar que la demanda en el mercado paralelo de divisas aumente.

Se define como el porcentaje de los depósitos totales que un banco debe mantener como reserva obligatoria en el BCV. El porcentaje del encaje es impuesto por el ente emisor, de conformidad con el carácter restrictivo o expansivo de su política monetaria.

Igualmente, El Aissami anunció que las operaciones del Dicom y los créditos en divisas que, supuestamente, está otorgando el gobierno a empresas privadas, ahora se referenciarán en euros y otras denominaciones monetarias convertibles. Además, indicó que el gobierno está en el proceso de abrir cuentas de corresponsalías de bancos estatales en países de Europa y Asia -los cuales pueden ser fácilmente identificables- para poder hacer operaciones en divisas, sin temer al "bloqueo" internacional.

"Los enemigos de la patria y sobre todo el gobierno de EEUU, ha impuesto nuevas sanciones que bloquean la posibilidad de seguir transando en el mercado cambiario venezolano (público y privado) en la divisa llamada dólar. Hay una prohibición ilegal, arbitraria, contraria al derecho internacional, del uso del dólar en el mercado cambiario nacional. Algunos sectores a los que les hemos entregado divisas les han cerrado las cuentas e imposibilitado efectuar transacciones con dólares", explicó el funcionario.

El Aissami recordó el sistema de subastas del Dicom ha otorgado más de USD 60 millones -una cantidad irrisoria para la demanda real de divisas de la economía-, y "se han entregado divisas convertibles a empresas por más de 420 millones de euros al cierre del año".

“Hay sectores de la agroindustria o sector farmacéutico que les han cerrado cuentas e imposibilitado realizar transacciones con dólares en el exterior”. El Aissami enfatizó que esta es una actitud ilegal de Estados Unidos.

La medida de utilizar el euro como moneda referencial ya existía en el terreno práctico, e incluso desde los tiempos de Jorge Giordani como jefe de la política económica, el gobierno chavista había intentado emitir en la moneda del viejo continente, cuando todavía tenía acceso a los mercados financieros internacionales. Algunos especulan que el Ejecutivo prepara el terreno para dejar de usar divisas estadounidenses de manera definitiva.

El problema se seguirá llamando hiperinflación

El economista Alejandro Grisanti socio fundador y director de Ecoanalítica, reaccionó rápidamente ante los anuncios en una entrevista con el circuito Unión Radio. Lo primero que hizo fue dejar constancia de su duda sobre la viabilidad que el gobierno tiene para vender EUR 2.000 millones en el Dicom. Señaló que no sería la primera vez que el Ejecutivo hace un anuncio que no se cumple.

Luego resaltó que "el efecto del compromiso del gobierno de vender 2.000 millones de euros no va a ser muy importante en el mercado cambiario", porque el incentivo del diferencial de tasas se mantendrá, ya que lo más que podría ocurrir es que el mercado paralelo modere transitoriamente su aumento, pero sin una política constante de ofrecer divisas suficientes en el mercado legal, el impacto se perderá rápidamente.

"Si es verdad que van a colocar esos recursos, algo de eso terminará llegando a las multinacionales y se podrá mejorar un poco la distribución de divisas", concedió.

No obstante, Grisanti fue enfático en señalar que el problema crítico es la inflación, o la hiperinflación, de manera que espera que durante los próximos tres meses se produzca un efecto de corrección del tipo de cambio paralelo para disminuir su brecha con respecto a la velocidad con la que crecen los precios.

NUEVO SALARIO MÍNIMO

Los rumores sobre la posibilidad de que se anuncie un nuevo incremento del salario mínimo en los próximos días, como "complemento" a la ya largamente esperada comunicación de los precios "internacionales" de la gasolina, han venido tomando fuerza.

El escenario más difundido es que el ingreso mínimo imputable a prestaciones será de BsS 2.500, un incremento de 38,8% en comparación con el actual de BsS 1.800. Por ahora, sobran los comentarios...