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#ANÁLISIS: De la comunicación publicitaria a la comunicación con causa

El mundo ha cambiado y con él la comunicación, pero sobre todo la comunicación y la manera de comunicarnos está cambiando al mundo.

Vivimos una era en la que absolutamente todo está mediatizado. Las grandes noticias terminan generando conversación en las redes sociales y también esas conversaciones se convierten en noticia.

Una fotografía de un hecho noticioso, o potencialmente noticiable, tomada desde un teléfono móvil por un transeúnte, puede terminar publicada en la BBC y lo que se dice en CNN puede terminar siendo tendencia en las redes sociales.

La información sobra. Es un Big Bang, una explosión constante e infinita. Y lo que las marcas, las empresas, las ONG y las personas se preguntan es cómo resaltar en medio del caos.

No hay fórmula, ni receta, pero todos los días unos pocos brillan, destacan, resaltan en medio un océano de publicaciones.

Lo que sí sabemos es que la estrategia es más importante que nunca y que hay que pensar mucho y actuar asertivamente para poder destacar en un mundo en el que las reglas las ponen los usuarios, los consumidores, porque en este mundo 3.0 ellos deciden qué ven, dónde lo ven y cuándo lo ven. Ellos tienen el poder.

Así las cosas, los atributos de las marcas serán siempre importantes. Un producto debe ser bueno, más bueno que nunca; funcional; de calidad. Pero a estas alturas eso es obvio y ese no es el problema, porque ser bueno, excelente, brillante, no es suficiente. Ahora las marcas, las empresas, cualquiera, tiene que gustar y no precisamente por su belleza, sino por su corazón.

El mensaje que vende los atributos queda en segundo plano y no debe ser el único camino a transitar en esta época de noticias y redes sociales.

No te consumirán sólo porque tengas un delicioso sabor; seas refrescante; contengas vitaminas, hierro y zinc; blanqueas más; tengas menos calorías; o un poder limpiador insuperable.

Te consumirán porque les caes bien; generas simpatía y causas empatía; están de acuerdo contigo; les gusta lo que haces; y eso hace que seas noticia, te hagas viral y hablen de ti.

En días de Fake Newsdeepfake y posverdades, todo indica que esto es sin duda, al menos una parte de lo que se debe hacer para poder ser partícipe de este atribulado mundo de la comunicación del siglo XXI. Eso si, siempre apegados a la verdad y a la transparencia, si no queremos transitar el mismo camino, pero en dirección contraria y, por supuesto, con otros resultados.

El autor es CEO de The Media Office PR+Digital PR


PUBLICADO: 09 de octubre de 2018