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El Mea Culpa de National Geographic

La revista de ciencias más importante del mundo cuya primera publicación se imprimió en 1888, admitió que tuvo una óptica racista que hasta 1970 y trató a las personas de color y a las minorías raciales como especímenes salvajes e incivilizados. Los 30 millones de lectores de este magazine podrán encontrar en su publicación correspondiente al mes de abril de 2018, una disculpa al respecto y todo un número dedicado a la raza, la discriminación y los avances de la ciencia sobre el espinoso tema. Al parecer, la confesión de la directora general, pretende captar la atención de más lectores y demostrar que están abiertos a la inclusión de las minorías. El tiempo dirá si la confesión va más allá de una estrategia publicitaria

Fuente: Diario Libre

Versión: María Alejandra Almenar

Una de las revistas más leídas del mundo decide hacer en su edición de abril de este año, un examen público de conciencia. No sabemos si tiene que ver con la cuaresma católica, pero el famoso magazine ha decidido asumir su pecado de racista finalmente.

A propósito de su edición dedicada por completo al tema de la raza, la revista National Geographic admite públicamente la concepción racista que predominó en sus publicaciones, al menos hasta 1970. La directora editorial Susan Goldberg declaró a  Associated Press: "Teníamos que reconocer nuestra historia para superarla", destapando el secreto a voces sobre la discriminación racial de la revista. No podemos pasar por alto, que la directora editorial en cuestión es la primera mujer y  judía en ostentar tal cargo en la editorial.

Un pecado recurrente

Asimismo, la directora editorial revela que analizando las publicaciones de la revista dio con un patrón repetitivo: las personas de color retratadas siempre eran presentadas como especímenes de poca inteligencia – especialmente cuando se trataba de aborígenes- salvajes y con una vida rural poco evolucionada. Otro patrón es que en todas las publicaciones, al menos una vez, aparecían imágenes de mujeres de color con poca ropa o con escotes sugerentes. Siendo este uno de los elementos que caracterizaba la revista y que era muy bien apreciado por los jóvenes y caballeros en general que la compraban asiduamente.

Una investigación que el historiador de fotografía de la Universidad de Virginia, John Edwin Mason publicó el año pasado sobre las publicaciones de esta revista, indica  que  con frecuencia las personas de color traían poca ropa, usualmente no se les veía en ciudades. "Las personas de color no aparecían a menudo rodeadas por las tecnologías de los automóviles, aviones, trenes o fábricas, y con frecuencia  eran retratadas con vidas similares a las de sus ancestros de hace varios cientos de años, y eso en contraste con los occidentales, que siempre aparecen totalmente vestidos y con frecuencia traen consigo aparatos tecnológicos.”

La confesión

La directora editorial de la revista en una carta dirigida a la AP, declara que “cuando echamos una mirada hacia atrás sabíamos que habría algunas narrativas que obviamente nunca haríamos en la actualidad, que no hacemos y de las cuales no estamos orgullosos. Pero me pareció que, si queremos hablar con credibilidad sobre el tema de las razas, más valdría que echáramos un vistazo y viéramos cómo hablábamos sobre la cuestión racial”.

Estas declaraciones surgen en un momento en que otros medios están también asumiendo su cuota de responsabilidad. El diario The New York Times reconoció que los obituarios que publicaba en sus páginas sólo pertenecían a crónicas de vidas de hombres blancos.

Aunque pareciera que no tiene mayor importancia, National Geographic fue durante muchos años la única ventana que tenían los americanos para conocer la vida de personas fuera de sus fronteras y esta postura contribuyó en gran medida a la mentalidad de la supremacía blanca que existe en algunas células sociales de Norteamérica.

La penitencia

A raíz del estudio realizado por Golbert, su recomendación es intentar que haya un mayor equilibrio en los narradores. La contratación de personal con diversidad étnica, racial y de otros tipos puede contribuir a que la revista tenga una visión más incluyente.

National Geographic llega ahora a más de 30 millones de lectores en el mundo, un gigante de semejante capacidad, no puede darse el lujo de cometer errores que lo puedan condenar al infierno de los activistas sociales.


PUBLICADO: 14 de marzo de 2018