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Mientras importaciones a dólar paralelo suben, el suministro de los CLAP cae 60%

El dólar "criminal" parece que no es tan perjudicial. Según las cuentas de Ecoanalítica, las importaciones al tipo de cambio paralelo han compensado la caída de las compras externas del Estado y han sostenido el escaso nivel de abastecimiento en algunas categorías.

Al cierre del primer semestre de este año, las importaciones a dólar paralelo representaron 25,7% del total -63,2% de las importaciones del sector privado-, cuando en la primera mitad de 2017 fueron equivalentes a 11% del total de compras externas.

En términos de valor, las importaciones a dólar "criminal" pasaron de USD 701 millones en el primer semestre de 2017, a USD 1.631 millones en el mismo lapso de este año. Un crecimiento de 132%.

El impacto de la caída de las importaciones públicas ha afectado de manera grave a los programas de subsidio directo que realiza el Estado. De acuerdo con cifras extraoficiales, obtenidas por PRODUCTO, el suministro de productos a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) ha caído en 60% en los primeros seis meses del año, en comparación con las compras de la primera parte de 2017.

La tendencia es que las importaciones del sector público mantengan su tendencia declinante al cierre del segundo semestre.

Para enfrentar este restricción, el gobierno ha tomado el camino del default con la deuda externa, salvo en casos puntuales; de hecho, Ecoanalítica señala que que si el gobierno no hubiera dejado de pagar la mayoría de sus compromisos externos, tendría un déficit en divisas de USD 11.100 millones, estimado para este ejercicio fiscal.

El impago previsto para 2018 supone atrasos por el orden de USD 10.200 millones, lo que complica en extremo el escenario del sector externo para 2019.

Pagar la factura

De acuerdo con los datos de Ecoanalítica, el gobierno ha priorizado las importaciones de productos petroleros sobre las compras de bienes de primera necesidad.

"Las importaciones públicas no petroleras se redujeron en 8,2%, con respecto a los niveles del año pasado, y las del sector privado, que dependen de las liquidaciones vía mecanismos oficiales, se redujeron 84%. En general, las restricciones en materia de divisas en las arcas del Estado se tradujeron en un costo a nivel de importaciones de USD 971 millones, al pasar de USD 2.709 millones en el primer semestre de 2017 a USD 1.738 millones durante el mismo período de 2018", señala la consultora en un reporte reciente. 

Las compras externas a tasa paralela han venido compensando, de manera irregular y a un altísimo costo, el bache que se ha abierto en la agresiva política importadora del Estado, porque no solo es que las importaciones con dólares a tasa paralela crecieron 132% anualizado en el primer semestre, sino que ya habían escalado 71,5% en 2017.

"Al observar en detalle el desenvolvimiento del tipo de cambio en cada sector, el peso del ajuste vía precios ha sido trasladado en mayor medida al sector privado y a los consumidores venezolanos. Durante el primer semestre de 2018 el tipo de cambio ponderado de las importaciones del sector privado se incrementó en 42.256% en cuestión de 12 meses". 

Nada parece indicar que estas distorsiones cambiarias, derivadas de la existencia de diferentes tipos de cambio, terminarán en un plazo breve, un factor que añade combustible a la hiperinflación en 2019. 

La idea de que el Dicom funcione como un mercado real, capaz de ganarle espacio al mercado paralelo, debe ser desechada, más allá de que se produzca algún aumento de la oferta, por lo demás insuficiente para satisfacer las necesidades de importación del país.

Escenario preocupante

Al poner las cosas en perspectiva, Ecoanalítica cree que los estímulos puntuales para que los agentes privados incremente sus importaciones no son sostenibles, de manera que ese poder compensatorio de las compras con dólar paralelo puede caer al cierre del año, y durante 2019.

Hay dos datos que ponen en inventario la idea de que el sector privado importe más en el futuro: la caída acumulada de la actividad económica hasta el primer semestre del año de 20,3%, y una caída del consumo proyectada en 18,2%.  

Además, se entra en una etapa del año cuando se produce un aumento estacional de la demanda de divisas. En los últimos años, este incremento ha supuesto, según Ecoanalítica, una depreciación 2,81 veces mayor que en los primeros tres trimestres de cada año, en promedio.

"Para evitar este fenómeno, que sucede todos los años desde 2012, el Gobierno ha intentado ofrecer alternativas de ahorro como los certificados de propiedad de oro y, en la última semana, el petro. Pero, en Ecoanalítica creemos que ninguna de estas opciones funcionará para mantener el valor del dinero en el tiempo y los venezolanos recurrirán al dólar".

Ecoanalítica concluye que "el tipo de cambio nominal podría depreciarse a un ritmo superior que la inflación en los últimos 3 meses del año, como ha sucedido en 7 de los últimos 8 años, y el tipo de cambio real podría depreciarse, disminuyendo la competitividad de las importaciones frente a los productos locales".

 


PUBLICADO: 19 de noviembre de 2018