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El World Press Photo 2018 se gana a sangre fría y fuego vivo

Una mezcla de orgullo y dolor es lo que provoca saber que la imagen de un joven en llamas sea la ganadora del premio de fotoperiodismo más importante del mundo. Orgullo, gracias al trabajo de Ronaldo Schemidt, un venezolano radicado en México que capturó la impresionante instantánea que se impuso a otras 73.000 imágenes concursantes tomadas por 4.548 fotógrafos de 125 países. Dolor por saber que todo el sufrimiento del joven así como de todos los afectados por aquellos –ahora lejanos- días de lucha, no se ven ahora recompensados.

María Alejandra Almenar / @Mariale_Almenar

Correr sin mirar atrás es el reflejo inmediato de todo aquel que siente el calor del fuego a sus espaldas. Sin embargo, no fue lo que hizo Ronaldo Schemidt. La sangre fría o un instinto muy fino le hizo capturar la imagen que desde hace un año está dando la vuelta al mundo y que el 12 de abril le hizo ser acreedor del galardón de fotografía más importante del mundo.

La imagen que muestra a José Víctor Salazar encendido como una bola de fuego, es la cara de una de las jornadas de protestas más cruentas del 2017 en Venezuela y se alzó con el premio ante otras 5 imágenes, no menos fuertes.

Cuando el clarín llama

Ronaldo Schemidt  es venezolano pero tiene años viviendo en México, trabaja para la agencia AFP y ha tenido que volver a Venezuela en momentos cruciales en los que la noticia no puede escapar de su cámara: el apoteósico funeral de Hugo Chávez, las elecciones para la Asamblea Nacional en 2015 y –cómo no- las protestas del 2017.

El fotógrafo se encontraba cubriendo la protesta el 3 de mayo de 2017, los jóvenes que luchaban contra la guardia nacional golpearon una moto en llamas que gracias a los chorros de gasolina regada en el piso, formaron una bola de fuego que impactó a Salazar convirtiéndolo en una antorcha humana. Schemidt  estaba muy cerca del joven que pasó corriendo detrás de él dándole el tiempo para voltear y captar una imagen que asombró al mundo.

Técnica en las manos y fuego en el instinto

La foto es un clásico según el jurado del World Press Photo, ya que cumple con los parámetros del fotoperiodismo, sin embargo, el dinamismo de la escena y la velocidad del fotógrafo la hicieron destacar entre otras 73.000 fotos.

Sobre la técnica de este magnífico trabajo, Ramón Peco, Coordinador del canal de Tecnología La Vanguardia explica en su artículo “La técnica que hay detrás de la foto ganadora del World Press Photo 2018” lo siguiente: “La velocidad es un asunto clave. Pues la foto fue captada ajustando el obturador a una velocidad muy rápida, 1/800. Por esa razón vemos las llamas ‘congeladas’. A pesar de que la foto parece estar hecha a plena luz del día por la iluminación que observamos, parece que esta elevada velocidad de disparo provocó una ligera subexposición.

Algo que pudo estar motivado porque el fotómetro de la cámara al leer la luz de la escena tendió a oscurecer ligeramente la imagen por la luminosidad de las llamas. La pista que nos proporciona que la foto fue disparada de día es que el fotógrafo ajustó la cámara con una sensibilidad de 400 ISO, que se usa normalmente a plena luz del día si queremos asegurarnos un disparo de alta velocidad, como es el caso, o bien al atardecer o al amanecer si disparamos a una velocidad más lenta”.

Un homenaje oportuno

El premio ganado por Rolando Schemidt en la categoría principal del galardón más importante de fotografía en el mundo, no podría ser más oportuno. Llega precisamente cuando en Venezuela, muchos hacen lo posible por mantener vivo el recuerdo de todos los caídos en una maratónica temporada de protestas que si bien no lograron su objetivo principal, al menos hicieron que los ojos del mundo volteara a ver al país del “petróleo y las mujeres bellas” por algo bastante más grave.

Al recoger el nada despreciable reconocimiento –dotado con 12.300$- el periodista declaró que sus pensamientos seguían con la víctima del incendio, el cual pudo recuperarse físicamente de sus quemaduras.

La violenta escena ha sido un símbolo en el mundo de la brutal represión sufrida por la población el año pasado y compitió contra otras 4 finalistas que retrataron el atentado de Westminster en Londres, una víctima del  grupo extremista islámico Boko Haram en Nigeria, los refugiados en Myanmar y la liberación de Mosul del Estado Islámico por los iraquíes.

Otros ganadores

Schemidt además de este premio, también se alzó en la categoría “fotografía de actualidad” y el también venezolano Juan Barreto, ganó el tercer lugar de la competencia en la categoría “Historias de la actualidad”.

En cuanto a los disturbios del 2017, otros fotógrafos venezolanos también han sido reconocidos a lo largo de este año por lu labor periodística. Entre ellos se pueden nombrar a Marco Bello de la agencia Reuters, ganador de una mención honorífica por la foto “Clashes at air base fence” otorgada por el Multimedia Photographer Of The Year.

 

 

 


PUBLICADO: 13 de abril de 2018