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Asumir lo digital, luego existir

La irrupción abrupta del teletrabajo en las empresas, obliga a reorientar la cultura organizacional hacia estructuras cada vez más colaborativas y virtuales, menos rígidas o jerárquicas. Quienes no se adapten a la transformación digital no podrán sobrevivir.

La selección de personal y la exigencia de nuevas competencias para los líderes empresariales, está pasando por un proceso irreversible de adaptación como consecuencia de un nuevo orden laboral, impuesto por la coyuntura de la pandemia global.

Sin duda, la figura del líder va a cambiar, si es que ya no lo está haciendo. Y la forma en que las empresas seleccionarán a su personal también. ¿Cómo asumir la adaptación tecnológica? ¿Cuáles empresas sobrevivirán? PRODUCTO conversó sobre estas y otras interrogantes con Luisa Helena Sucre, facilitadora, consultora y coaching ejecutiva para el área gerencial.

El primer punto es la transformación digital y, para Sucre, esto se va a convertir en un conocimiento, una competencia indispensable para ser seleccionado en una compañía. “Lo que van a solicitar las empresas, cuando todo esto pase, estará muy relacionado con la transformación digital. Las compañías necesitarán personas que sepan trabajar en redes y que manejen herramientas digitales que le permitan optimizar el objetivo de la empresa. Eso llegó para quedarse. El mundo le está diciendo al sector empresarial que ya no hay más tiempo: o te vas a la transformación digital o no podrás sobrevivir”, advierte Sucre.

El teletrabajo ha cobrado extrema relevancia. Sin embargo, según la consultora, esto nunca sustituirá al trabajo presencial sino que lo fortalecerá. “Pasarán meses antes de que todo vuelva a la normalidad. Entonces el reto será cómo aplicar lo aprendido en este tiempo trabajando de manera remota, qué cosas vamos a mantener presenciales y cuáles vamos a combinar utilizando ambas herramientas”, dice.

Liderar a distancia

El liderazgo se está transformando. En los últimos años se ha dado un cambio sustancial en la manera cómo se percibe al líder dentro de una organización. El impacto que está generando el hecho de que el equipo de trabajo no esté en un mismo lugar con su líder, es algo que marcará la dinámica laboral por mucho tiempo. “Esto representa un desafío personal para el líder de una organización: motivar a su equipo de trabajo de manera remota pero al mismo tiempo ser cercano. Es hora de soltar el control, delegar, motivar  y confiar en su gente”, propone la facilitadora.

El otro tema es cómo se hace presente el líder. Sucre sugiere pautar reuniones con cada miembro del equipo, por ejemplo, no solo para ver indicadores y objetivos sino también para indagar cómo se siente esa persona.

Aunque el líder ha ido cambiando con el tiempo, para Sucre la clave está en la cultura organizacional de la empresa. “Tradicionalmente, el liderazgo viene de una cultura jerárquica, donde había la figura de JEFE, autoritaria, con un nivel coercitivo imponente. Eso fue cambiando con el tiempo para dar paso a líderes más humanos, servidores de su gente y no al revés. Un buen líder debe darle las herramientas a su equipo para que juntos logren el objetivo. Ahora toca moverse a una estructura más colaborativa y más virtual, para poder ser más efectivos y exitosos”, explica.

Sucre explica que en las empresas se está dando una convivencia intergeneracional muy importante, y que para los líderes maduros esto ha presentado un desafío mayor porque deben adaptarse a los nuevos modelos digitales, que ya son manejados por las nuevas generaciones dentro de la misma organización. “Mi recomendación es tender puentes generacionales abriendo espacios de diálogo. Hacer reuniones de trabajo que permitan resolver problemas juntos. Que los mayores no se aíslen y puedan transmitir su conocimiento. A su vez, los jóvenes pueden aportar nuevos métodos de trabajo y aprender cómo se hacían las cosas de la manera tradicional”, aconseja Sucre.

Recomponer la cultura organizacional

Para la consultora ejecutiva, el trabajo con los líderes es fundamental, iniciando con aquellos que están en posiciones medias y altas, con la idea de que fortalezcan el desarrollo de las nuevas destrezas que van a necesitar para hacer su liderazgo más efectivo. Para Sucre, es importante entender que un equipo ágil significa que cada miembro puede asumir el liderazgo en un momento dado, y que esto, lejos de afectar negativamente a la organización, le suma valor.  “Las empresas deben trabajar en la formación de equipos ágiles. No quedarse en estructuras rígidas ni jerárquicas, sino ir cada vez más a culturas de colaboración y de aprendizaje continuo. Las empresas que no vean esto a tiempo, están amenazadas”, sentencia Sucre.

 


PUBLICADO: 22 de abril de 2020