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Apple dice bye, bye a Intel

Tras develarse las intenciones de la marca de la manzana de independizarse a través del proyecto Kalamata, el fabricante de procesadores sufre la mayor caída en la bolsa de los últimos años 9,2%. 

“No son ustedes, somos nosotros”, pareciera el inicio del dialogo entre los de Cupertino (Apple) y los Santa Clara (Intel). Y es que lo de Kalamata era un secreto a voces, una necesidad de independencia insertada en el chip de la marca de la manzana, nada más y nada menos que por su gran líder, Steve Jobs. Pero, como todas la historias de infidelidad, el afectado siempre es el último en darse por enterado.

Y luego de hacerse público, gracias a las agencias, lo de Kalamata, las acciones de Intel se desplomaron en la bolsa. Se trata, según afirma Bloomberg, de la mayor caída que el fabricante de procesadores sufriera en los últimos dos años: un 9,2%.

Sin embargo, este bombazo en el sector tecnológico tiene una trascendencia mucho mayor de lo que inicialmente se podría pensar y es que, por un lado, el fabricante dejaría de depender de terceros a la hora de fabricar los procesadores (dejando en una complicadísima situación a Intel), y por otro, avanzaría cada vez más en su exitosa integración software-plataforma.

El padre de la criatura

El proyecto se conoce internamente, según estas fuentes, como Kalamata, es una iniciativa, que se encontraría en su fase preliminar, y tiene como objetivo que -la firma cofundada por Steve Jobs- diseñe y fabrique sus propios procesadores en 2020.

¿Pero por qué tanta alharaca? Pues la trascendencia solo puede verse observando lo que la firma ha logrado con el ecosistema iOS. Apple desde hace tiempo fabrica sus propios chips en la plataforma móvil que da vida al iPhone y al iPad, y sus procesadores se integran a la perfección con el sistema operativo logrando un rendimiento eficiente y unas prestaciones que sitúan a sus productos en lo más alto del mercado. Es decir, todos para uno, solo para ellos.

La firma californiana prevé repetir dicho planteamiento con sus Mac. Hasta la fecha, Apple dependía de Intel para el desarrollo y fabricación de procesadores; un fabricante que también sirve a sus rivales en el mercado. De esta manera, la firma de la manzana lograría erigirse como el primer fabricante de computadoras del mundo que diseña también sus propios procesadores, pero también tener un absoluto control sobre la plataforma y evitar bochornosas situaciones como las padecidas por los graves problemas de seguridad recientes padecidos por Intel.

Hacia la plataforma ‘Marzipan’

No obstante, esta medida sería solo la punta del iceberg hacia una estrategia todavía mucho más transgresora: Apple llevaría tiempo ya pertrechando de puertas adentro un plan mediante el cual se podrían ejecutar indistintamente las aplicaciones de iOS en macOS. Se trata del Santo Grial que también persigue Microsoft, pero que según parece, el creador del iPhone estaría tan solo unos meses de avanzar en lo que se conocería como la plataforma ‘Marzipan’. Según Bloomberg, la firma presentaría sus planes oficiales en esta dirección este mismo año, y no debería sorprendernos si los adelantara ya en la inminente conferencia de desarrolladores WWDC que se celebrará a comienzos de junio.

Esta plataforma de software permitiría a los usuarios del iPhone y iPad ejecutar las aplicaciones de estos dispositivos en las Mac, logrando no solo inundar los computadoras con el gran ecosistema de aplicaciones móviles, sino además extender la experiencia de uso. Se podría comenzar a trabajar en el iPad y seguir de manera sincronizada en la Mac. Marzipan supondría asimismo un salto multiplicador para los desarrolladores, que verían ampliarse sus fronteras enormemente al dispararse las opciones de uso (y cobro) de sus aplicaciones.

Con todo, Bloomberg anticipa que todavía sería factible que Apple pudiera alterar notablemente el proyecto Kalamata, e incluso retrasarlo o hasta cancelarlo en función de su evolución. Intel sigue todavía lamiéndose las heridas y lo único que se ha logrado arrancar de la firma es un “no comentamos rumores sobre nuestros clientes”, tal vez porque de aquí al 2020 aún queda un trecho largo que andar. Al parecer, las esperanzas son lo único que Intel no pierde.


PUBLICADO: 03 de abril de 2018