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Banca disminuida

http://www.producto.com.ve/pro/notas/bol-var-no-pagaComparando el año 2014 vs el 2019, la banca se redujo en 58%, el crédito cayó 97% y 73% de los ingresos del sector tiene al día de hoy origen en servicios no financieros. Son datos que salieron a la luz durante el foro de Venamcham, Perspectivas Económicas 2020.

El sector bancario venezolano ocupa la última posición en términos de otorgamiento de créditos en Latinoamérica. Sin embargo, para Carlos Ramírez socio de consultoría de la firma Deloitte, el potencial del sector financiero nacional le permitiría cuadruplicar su cartera de crédito en muy corto plazo. Eso sí: “de darse un cambio importante en la situación económica del país”, acota.

Durante su participación en el foro Perspectivas económicas 2020, realizado por la Cámara Venezolano Americana de Comercio e Industria, Venamcham, Ramírez habló sobre la “Banca y otras opciones de financiamiento”, y reflejó la dramática situación actual de la banca venezolana que ha sido uno de los sectores más afectados por la hiperinflación y las regulaciones de los entes gubernamentales. “Al 2019, comparando con 2014, la banca se ha reducido en 58%, el crédito cayó 97%, y los pasivos descendieron en 64%. Tenemos una limitada capacidad crediticia por la complejidad en la operación bancaria. Sumado a ello, hemos tenido alta rotación de personal y fuga de talentos claves. Lamentablemente, ocupamos la última posición en términos de créditos bancarios en Latinoamérica”, alertó.

Para Ramírez, la banca venezolana se enfrenta a cambios y desafíos que la obligan a ser innovadora y a enfocarse en el crecimiento y en las sinergias, mientras baja los costos, “porque hay presión constante en los márgenes de beneficios por la turbulencia económica. Actualmente, 73% de los ingresos de la banca tiene origen en los servicios no financieros, porque la intermediación -su negocio natural- ha sido impactada por un marco regulatorio limitante. Es evidente que un encaje legal efectivo en 97% no ayuda a estimular el financiamiento”, dijo el consultor.

Por otro lado, comentó que 86% de la disponibilidad de la banca está de hecho en el Banco Central de Venezuela, lo que dificulta la actividad de financiamiento a los sectores productivos del país. Indicó el consultor que en 2014,  la cartera de créditos de la banca venezolana se situaba en 6.700 millones de dólares y que en 2019 cerró en apenas 219 millones de dólares. Sin embargo, la buena noticia según Ramírez, es que la banca “se mantiene adecuadamente capitalizada, con el índice de solvencia en 78% y un coeficiente de adecuación de capital en 146%. Es una banca fuerte en términos de patrimonio”, afirmó.

El expositor hizo énfasis en el potencial del sector financiero venezolano, pero señaló que mientras no se dé un cambio económico positivo en el país, “hay otras opciones de financiamiento que se decantan por el mercado de valores, por ejemplo, con la emisión de pagarés, papeles comerciales, bonos, e incluso emisión de acciones para captar nuevo capital. También está la opción de un aporte directo de los accionistas”. Agregó que es muy importante que la empresa mantenga sus estados financieros al día (vea también PRODUCTO) porque las condiciones pueden cambiar rápidamente y debe estar lista. “Lo más significativo: ¡no se paralice!”, recomendó.

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PUBLICADO: 03 de marzo de 2020